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Opinión

Prácticas y herramientas en la era de la firma digital

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Por José Caballero, Gerente General de Eclipsoft

El crecimiento del consumo de internet ha puesto al alcance de los usuarios una amplia gama de productos y servicios, pero también ha incrementado los riesgos asociados a la seguridad en línea. Las empresas están incorporando procesos innovadores donde la protección de datos se convierte en un pilar estratégico, tanto para salvaguardar la información como para generar confianza y mejorar la experiencia del usuario.

Entre las herramientas que destacan para reforzar la seguridad digital se encuentran:

Firma electrónica acreditada y de un solo uso:
Permite a personas que no cuentan con firma electrónica generar certificados con respaldo legal. Este mecanismo asocia cada transacción o documento a un usuario específico mediante validación biométrica, lo que reduce riesgos de suplantación de identidad y facilita procesos en entornos digitales o presenciales, eliminando el uso de papel y optimizando tiempos.

Automatización y control de acceso:
La firma digital automatizada posibilita la gestión de grandes volúmenes de documentos sin intervención manual, pero con estrictos controles de acceso. Cada interacción queda registrada, lo que garantiza trazabilidad y facilita auditorías de seguridad, al tiempo que reduce el tiempo de gestión de documentos.

Sellado de tiempo (timestamping):
Certifica la fecha y hora exacta en la que un documento es firmado, lo que resulta clave en contratos, facturación electrónica o transacciones financieras, al ofrecer evidencia legal sobre el momento de la acción.

Proveedores certificados y normas internacionales:
La validez de una firma digital depende de que el proveedor cumpla estándares internacionales como ISO 27001 e ISO 27701, referentes en gestión de seguridad de la información y protección de datos.

Más allá de la tecnología, la seguridad también depende del usuario. Contraseñas robustas, autenticación de múltiples factores y la verificación constante de los canales de comunicación reducen el riesgo de suplantación de identidad. Estar informado sobre las amenazas emergentes y los métodos de protección digitales es tan importante como las herramientas mismas.

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