La ciberseguridad ya no es opcional. Es una decisión estratégica. 

Empresas en Ecuador y América Latina están avanzado en su digitalización, adoptando soluciones en la nube, entornos colaborativos y modelos de trabajo remoto. Sin embargo, en este proceso, la ciberseguridad no siempre ha sido parte de la estrategia. Lo que debería ser una prioridad empresarial sigue viéndose, en muchos casos, como un gasto poco prioritario y exclusivamente técnico. 

Según el informe Cost of a Data Breach 2023 de IBM, una brecha de datos podría costar más de USD $1.5 millones. A esto se suman estudios del BID y la CEPAL que estiman que entre el 60% y 70% de las pymes no cuentan con políticas formales de ciberseguridad. 

“La falta de preparación no es un problema tecnológico, sino de prioridades”, señala Pablo Lazo, CTO de Inova Solutions. 

“Aún hay organizaciones que invierten miles en infraestructura, pero no destinan ni el 5% de su presupuesto a protegerla.” 

Frente a este contexto, Inova Solutions desarrolló Guardián 360, un portafolio que despliega seguridad en distintas áreas clave: prevención, monitoreo, remediación y recuperación. Guardián 360 está diseñado para adaptarse a diferentes niveles de madurez digital y escalas operativas. 

El portafolio se estructura en tres líneas principales: 

Un caso reciente en el sector salud lo demuestra: una empresa logró contener un ataque de ransomware en menos de diez minutos, evitando una pérdida superior a USD $120.000 gracias a contar con módulos activos de prevención y respaldo. 

“El ROI en seguridad no siempre se ve en ingresos”, agrega Lazo. “Se mide en lo que no se pierde: datos, confianza, licencias, operaciones. Cada minuto de inactividad puede costar miles.” 

La ciberseguridad ya no puede ser reactiva. Hoy, la verdadera ventaja está en anticiparse. En proteger antes de perder. Esa es la inversión más inteligente que una empresa puede hacer.