Los desafíos del sector empresarial en la “nueva normalidad”
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El COVID-19 marcó un antes y un después en los planes estratégicos de las empresas a nivel mundial, y en el Ecuador esta situación no ha sido una excepción. La pandemia ha sido el punto de partida para dar un giro en el modelo de negocio de muchas de las empresas, evaluar la factibilidad de sus proyectos y determinar alternativas que les permitan cumplir parcial o totalmente los objetivos planteados a inicios de año.
Si bien muchas de las compañías contaban con un plan de continuidad del negocio, en donde se establecen directrices y lineamientos para determinar impactos, evaluar alternativas, definir prioridades e implementar procedimientos que minimicen el riesgo de la paralización de actividades, no necesariamente permiten gestionar todas las implicaciones de eventos tan dinámicos como este nuevo coronavirus.
La tecnología y su acelerada adaptación en los procesos del negocio ha sido uno de los grandes pilares y desafíos de las empresas de todos los sectores e industrias que han permitido dar respuestas ante este evento inesperado, trayendo como consecuencia que proyectos cuyo entorno se enfoca en la renovación o fortalecimiento de sus plataformas tecnológicas, sean de mayor prioridad que otros dentro del portafolio de proyectos de las compañías.
Otro gran desafío para las empresas durante esta pandemia ha sido la gestión de riesgos cibernéticos, al ser el teletrabajo la opción más viable para mantener la continuidad de sus operaciones, las compañías mantienen latente la posibilidad de ser víctimas de ataques cibernéticos, generando consecuencias graves tales como, robo o daño de la información, por lo cual la gestión de riesgos cibernéticos no debe ser vista bajo una óptica reactiva, sino proactiva en la cual las entidades busquen una recompensa, producto de llevar a cabo dicha tarea de manera formal y estructurada, enfocada siempre en preservar el valor de la entidad.
Empresarios y administradores probablemente han cuestionado la planificación vigente de su modelo de negocio, considerando la incertidumbre existente bajo diferentes horizontes de tiempo, motivando al diseño de estrategias como la planeación de escenarios con el fin de visualizar múltiples y diferentes futuros, cuyo análisis contribuya a la toma de decisiones.
La planeación de escenarios, cuando se ejecuta bien, puede mitigar el riesgo de caer en la trampa de la confianza excesiva al anticipar las posibilidades futuras. Puede reducir o eliminar las dudas al proporcionar una estructura lógica para desafiar y validar los supuestos. Y puede mitigar el riesgo de datos incompletos y sesgados combinando la intuición con datos cualitativos medidos objetivamente.
Evidentemente , cada empresa mantiene sus recaudos al replantear su estrategia de negocio, cristalizando oportunidades que difícilmente antes de la pandemia hubiesen contemplado, seleccionar y priorizar los planes de acción a implementar, puede resultar clave para la sustentabilidad de las empresas.