La transformación del modelo universitario
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Por: Juan Pablo Carvallo, Director Ejecutivo de CEDIA
El nivel de madurez digital de las instituciones de educación es variado. Unas están muy adelantadas en temas de tecnológica, y otras están recién solucionando problemas básicos internos para sus campus universitarios, por ejemplo, contar con una buena cobertura de Wi-FI. Pero definitivamente, los dos últimos años han sido de fuerte adopción tecnológica y ha puesto en el imaginario de instituciones de educación superior la transformación digital. Más allá de la adopción tecnológica per se, en el imaginario de los rectores de las universidades, está implícita esa necesidad de transformación del modelo universitario hacia nuevos modelos que apoyados en tecnología proyecten una nueva universidad.
Las instituciones están tomando acciones en esa línea. Me atrevería a decir, que la mayoría de instituciones universitarias del país van a un ritmo más acelerado a pesar de las limitantes más complejas debido a asignaciones presupuestaria y niveles de gratuidad en las instituciones sobre todo del sector público. La legislación vigente restringe la posibilidad de que las universidades puedan generar ingresos adicionales
Aunque hay que señalar que existe plena consciencia de autoridades y docentes sobre la importancia de la transformación digital y la adopción de tecnología en la búsqueda de nuevos modelos de educación universitaria.
Las instituciones educativas de nivel superior realizan esfuerzos para adaptar procesos de cambio lo más ágilmente posible y ello implica, además de tecnología contar con los elementos necesarios para la digitalización.
La pandemia dejó en evidencia el pobre acceso a recursos tecnológicos. No se puede negar que inclusive dentro de los hogares de mayores recursos económicos, no existían las computadoras necesarias para cada estudiante de cada familia.
Tenemos también otras falencias como aspectos pedagógicos. No estuvimos docentes universitarios preparados para la adopción de tecnologías en el modelo educativo, pero debimos trabajar ágilmente en procesos de capacitación, entrenamiento del uso de tecnologías, desarrollo de creativos para la elaboración de material didáctico que pudiera ser presentado en línea y reemplazar ese modelo centrista de clases magistrales a otro con una participación activa y mayoritaria de los estudiantes.
La pandemia nos permitió descubrir todas estas falencias. Fueron dos años donde se maduró en aspectos de digitalización y quizá estamos mejor preparados para procesos de transformación digital. Falta aún mucho, pero estamos avanzando.
La educación se vio forzada a clases en línea, sincrónicas con profesores conectados con plataformas de video conferencias acompañados de campus virtuales y con acceso a material y deberes de estudiantes que se hizo muy natural. Con el tiempo vamos a llegar a un balance, no deben perderse las habilidades desarrolladas por efectos de la pandemia.
Desde el punto de vista tecnológico, las instituciones de educación superior Re priorizaron sus actividades y recursos tecnológicos en función de la demanda de nuevas necesidades producidas por la pandemia. En el caso de CEDIA proveía infraestructura, software y video conferencia como servicio, algo que antes de la pandemia era incomprendido. En 2018, manejamos alrededor de 4 mil horas de videoconferencia con las cuarenta universidades miembros; en 2019 subió a 40 mil horas. Con la pandemia en el año 2020 las cifras escalaron exponencialmente, subieron a 83 millones de horas de videconferencias y en 2021 a un total de 132 millones de horas. Las herramientas de video conferencias fueron fundamentales, de 4 mil licencias a más de 300 mil.
En términos de nube y LMS también se incrementaron los recursos. De tres universidades con plataformas on line pasamos a tener 36 instituciones con más de 750 mil estudiantes inscritos y cerca de 120 mil estudiantes concurrentes. Además, tuvimos que desarrollar plataformas para cubrir requerimientos de los estudiantes. Todo esto, ha apoyado a la transformación digital universitaria con modelos alternativos a la operación normal.
En la actualidad se sigue apoyando a los procesos híbridos porque es importante cultivar el conocimiento social tanto como el conocimiento técnico-científico que se adquiere en la universidad. El modelo híbrido será ganador y poco a poco se encontrará un balance adecuado entre la presencialidad y el uso de tecnologías.
Parte de la transformación digital es justamente cómo ese modelo educativo que tenemos actualmente puede transformarse en un nuevo modelo que potencie el uso de nuevas tecnologías y desarrollar un nuevo ecosistema de educación.
Nos estamos abriendo al futuro de la educación