Crecen las aplicaciones de salud mental
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Las aplicaciones de salud mental se han convertido en una alternativa accesible, cercana y fácil de integrar en los hábitos diarios, lo cual ha sido de gran utilidad luego de que la vida personal se viera afectada por los confinamientos como producto de la pandemia.
Según información compilada en el Informe de Predicciones de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones 2022 (Predicciones TMT), elaborado por Deloitte, el 60 % de encuestados en 130 países que participaron en una encuesta realizada por la Organización Mundial de la Salud, en el verano de 2020, informaron interrupciones en los servicios de salud mental para poblaciones vulnerables, incluidos niños, adolescentes, adultos mayores y mujeres que requerían servicios prenatales o posnatales.
En medio de este contexto, los servicios habilitados digitalmente ayudaron a llenar los vacíos de atención en salud mental, así como a permitir el acceso a la atención a una población más diversa.
La investigación, basada en Estados Unidos, arrojó también que para las personas tener un proveedor que sea empático, culturalmente competente o que se parezca a ellos es una prioridad.
Por otro lado, entre los principales usos de estas aplicaciones se destacan controlar la ansiedad, la depresión, el estrés, los trastornos del sueño, para meditar, alentar el cambio de comportamiento y recibir atención, en general.
Algunas cifras que vale la pena conocer
Actualmente, se estima que existen alrededor de 20.000 aplicaciones de salud mental. Entre las más populares se encuentran: Calm y Headspace, las cuales se enfocan en la atención plena, la meditación y están destinadas a ayudar a las personas a obtener apoyo que no sea la conexión con un terapeuta u otros servicios tradicionales de salud mental.
De acuerdo con Deloitte Global, el gasto en aplicaciones móviles de salud mental alcanzará cerca de USD500 millones en el mundo en 2022. Esta proyección supone una tasa de crecimiento anual del 20 %, una cifra conservadora, teniendo en cuenta el aumento del 32 % del que disfrutaron estas aplicaciones, al pasar de USD203 millones a USD269 millones, desde los primeros 10 meses de 2019 hasta el mismo período de 2020.
Otro dato interesante que es importante tener en cuenta es que aproximadamente 800 millones de personas en el mundo, lo que equivale al 11 % de la población mundial viven con una afección de salud mental.
Recomendaciones para la industria
Para ampliar el número de interesados en estas aplicaciones existen diferentes opciones. Por un lado, los creadores y desarrolladores de las mismas pueden buscar métodos novedosos de monetización, como niveles de suscripción o programas y ofertas de pago focalizadas. También pueden explorar la personalización de estos servicios para los usuarios, así como de las aplicaciones para fomentar el uso regular y los registros.
Asimismo, es clave encontrar formas de integrar redes de apoyo que fomenten la conexión y socialización, útiles en estados de aislamiento, lo que contribuiría a aumentar la adherencia a estas soluciones tecnológicas.
Por su parte, los proveedores de atención de salud mental pueden aprovechar estas herramientas para mejorar la calidad y la accesibilidad de esta y para garantizar que el tratamiento esté disponible para poblaciones más amplias, de manera que el bienestar sea más fácil de administrar para millones de consumidores.
Finalmente, es importante comunicar claramente las prácticas de privacidad y la recopilación de datos, dada la naturaleza potencialmente sensible de estas aplicaciones y la información de los usuarios recopilada por esta vía.
En definitiva, estas aplicaciones son útiles, aumentan su popularidad, están en auge y cuentan con un mercado que están en crecimiento, alentado por la creciente necesidad, cada vez más apremiante, de ampliar la cobertura de servicios en salud mental.