Hace 19 años, Santiago Andrade tuvo la oportunidad de conocer el mundo aeronáutico, ingresó como coordinador de tecnología al antiguo aeropuerto ubicado en la ciudad de Quito y fue parte desde los inicios de uno de los proyectos emblemáticos del país: la construcción del nuevo aeropuerto internacional Mariscal Sucre, ubicado en Tababela.
Bajo la gestión de Corporación Quiport, el aeropuerto Mariscal Sucre ha alcanzado innumerables reconocimientos internacionales. Con una visión escalable y del primer mundo con los mejores estándares tecnológicos aeroportuarios y de seguridad, ha sido catalogado como un aeropuerto cinco estrellas y reconocido como el mejor de la región.
Con un profundo sentido de pertenencia, dice “siempre me ha apasionado ser parte de este sueño”, argumentando que la visión no se improvisa, es parte de un plan estratégico concebido para adaptarse a los cambios.
Recuerda el trabajo apasionante de aquellos inicios, junto a equipos multiculturales y multidisciplinario trazando más de 80 proyectos tecnológicos, construyendo en esa hoja en blanco de 1 500 hectáreas, una ciudad dentro de otra, aplicando el concepto de aerópolis.
“El nuevo aeropuerto fue una especie de laboratorio de práctica, conocí los procesos y stakeholders para preparar el plan de transición, construcción y mantenimiento. Fue como seguir una maestría en mi oficina..."
Lidera un equipo de trabajo de 11 colaboradores directos y más de 60 indirectos, a los que transmite esa emoción, propósito y responsabilidad de que la puerta de ingreso a Ecuador sea a través del mejor aeropuerto del mundo. “Creo en la gente y su convicción para hacer las cosas”; “He aprendido a escuchar y permitir a los profesionales que más conocen opinen, pero estar allí apoyándolos y conducirlos hacia el logro de objetivos comunes”, “Me motiva dejar que la gente sueñe”.