La transformación de los datos en oro
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El avance de las tecnologías de información y las comunicaciones en todos los aspectos de nuestra sociedad, ha sido un proceso acelerado desde hace varias décadas, con diferencias significativas entre una y otra, motivando a las empresas a buscar soluciones acordes con los requerimientos de estos cambios.
La vertiginosa evolución tecnológica nos lleva a reflexionar que 40 años atrás, un computador personal tenía características inferiores a las que actualmente posee un teléfono móvil sencillo; y si nos remontamos a un período anterior, no contaban con procesador o memoria. Estas comparaciones nos permiten considerar que el desarrollo tecnológico no se refiere solo a la capacidad y la velocidad de procesamiento, sino también a la utilización que se le da a esa nueva tecnología, y cuyo aporte es importante en la productividad de las empresas.
Se prevé que la velocidad con la que se ha desarrollado la tecnología en los últimos años, se encuentre presente en todos los aspectos de la vida cotidiana, la misma se ha vuelto protagonista incuestionable para casi todas las actividades, como soporte fundamental en el sector empresarial.
Podemos citar unos ejemplos que iniciaron abruptamente su cambio debido a la pandemia, que no se han detenido y siguen en proceso de constante evolución gracias a la tecnología:
- El sector educación, se vio obligado a que las instituciones educativas se reinventen, y casi de manera inmediata impartan clases de forma virtual. Si bien ha pasado más de un año, el modelo continúa evolucionando con la adopción de nuevas herramientas síncronas y asíncronas.
- El sector salud implementó la telemedicina, alternativa adoptada por las medidas de confinamiento que hasta hace unos meses era impensable efectuar.
- Otro sector que ajustó su modelo de negocio para cumplir con las expectativas de sus clientes, fue el detallista, el que al inicio de la pandemia sufrió las consecuencias de no estar preparados para que sus ventas se realicen de forma digital, razón por la cual, muchas empresas crearon aplicaciones de venta con entrega a domicilio o reforzaron plataformas digitales para procesar el gran volumen de pedidos en línea.
De esta manera, se visualiza cómo la adaptación a esta transformación digital ha logrado el rediseño de procesos en las empresas y el dimensionamiento de su estructura tecnológica, teniendo impactos en los aspectos económicos, políticos, sociales y culturales. Inclusive, generando la sustitución de muchas plazas de trabajo por la aparición de robots y la inteligencia artificial. Lo positivo de estos avances es la facilidad para mantener la conectividad, el intercambio de información sin importar distancias y la practicidad en su uso.
Los datos, considerados por la gran mayoría de empresas, como el petróleo del siglo XXI, se convertirán en la energía que contribuirá al impulso de la economía mundial. Según una encuesta realizada por Deloitte “Becoming an Insight-Driven Organization”, el 67% de las compañías encuestadas utiliza al menos una herramienta avanzada para generar analíticas del negocio con estos datos.
Muchas compañías están entrando en acción utilizando sus recursos, trabajando en paralelo con las inversiones relacionadas en administración de la información, inteligencia de negocios, minería de datos y en análisis tradicionales.
En industrias como retail, el nivel de detalle es sumamente importante. Se guardan los datos de las facturas de las sucursales a nivel regional y global, se hace el análisis de los productos de sus clientes y la información de puntos de venta de todos los países; además, teniendo en cuenta la data de back office, financiera y de recursos humanos, se guarda información sobre los hábitos de los consumidores, analizando las redes sociales y las plataformas de e-commerce. Como resultado de todo ello, se obtienen los comportamientos de consumo, que bien aprovechados, se transforman en oro y ya no polvo.
En el sector público, la información de diferentes bases de datos puede generar una mejor seguridad y control en diversos trámites y servicios, hacer análisis de bases cruzadas e integrar datos con información relevante de todos los países. En nuestro caso, el Servicio de Rentas Internas se encuentra implementando un modelo de cruce de información que requiere aun mayor madurez.
Ecuador no ha sido la excepción, ya hemos visto como el sector empresarial ha desarrollado y enfocado sus estrategias hacia el uso de la tecnología, unas con más agresividad que otras, pero con el mismo enfoque: sostener su posicionamiento en el mercado.
Por ello, los modelos de inteligencia artificial o big data están llegando con más fuerza a las empresas para que, con la ayuda de aplicaciones o herramientas de apoyo, logren capturar, procesar y transformar los datos de lo cuantitativo a lo cualitativo, a través de algoritmos diseñados para ofrecer soluciones en todos los ámbitos sociales que ayuden al cumplimiento de sus objetivos.
Estas tecnologías permitirán tener información en tiempo real para actuar de forma proactiva en la toma de decisiones dependiendo de los resultados obtenidos.
En el contexto actual, es crucial que las empresas cuenten con equipos cada vez más especializados y multidisciplinarios, capaces de incorporar a sus procedimientos, tecnologías novedosas para el análisis de datos.
Según el estudio “Empleo IT: 17 profesiones con futuro” realizado por Deloitte e Infoempleo, un gran porcentaje de las nuevas contrataciones en el futuro estarán relacionados con las tecnologías de la información, ubicando en tercer lugar a los big data architects y en séptimo a los data scientists, lo cual refuerza más la teoría que la información es un componente fundamental de la transformación digital. Sin embargo, para desarrollar su potencial completo, algunos negocios han adoptado nuevos enfoques de gestión de la información, el uso de datos a múltiples niveles y modelos de gestión y de entrega de soluciones innovadoras que permitan obtener resultados repetibles, escalables y eficientes.
Los “datos masivos” o “datos a gran escala” son la nueva base sobre la que se sustenta cualquier sistema informático. Teniendo como objetivo preponderante convertir datos en información que facilite la toma de decisiones, un hecho que está generando oportunidades de negocio en la era actual.
Sin duda, aquellas compañías que quieran ser relevantes y mantenerse en el mercado, comienzan a usar el dato como el origen de su ventaja competitiva, siendo capaces de identificar preferencias de compra y comportamientos de consumo con mayor rapidez y antelación que sus competidores, aplicando la analítica en diversos ámbitos, tales como: detección de fraude, optimización de red de oficinas, gestión de empleados y de clientes, análisis de productos, gestión de rutas. Todo un listado de posibilidades en los que los datos se han convertido en la piedra angular de la optimización y crecimiento de los ingresos.
A pesar de que esta práctica en nuestro medio aún está en una etapa temprana, se ha previsto que tendrá múltiples aplicaciones que generarán valor para las organizaciones, por lo que es necesario fortalecer el nivel de los profesionales, tecnología y procesos, los cuales son requisitos indispensables para transformar los datos dispersos, en algo relevante que aporte a las organizaciones y convierta los datos en oro.