La gestión de la identidad digital de los empleados y las empresas, motor de la transformación digital
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Carlos Bustos, CEO OnHoff
Orientar nuestro modelo de negocio hacia el siglo XXI en un entorno de competencia local e internacional complejo implica alinear los intereses de la empresa con los consumidores, repensar los canales de venta y los soportes de información, promoción, publicidad y venta tradicionales tanto off-line como digitales. La oportunidad, por tanto, está en la integración de los canales y formatos para gestionar modelos organizativos y de presupuesto más robustos y rentables, sin duplicar el organigrama ni responsabilidades.
Un testimonio vale más que cien anuncios.
Si entendemos que el canal lo elije el cliente, lo cambia, combina cuando y como quiere, nos daremos cuenta de que en la era digital la soberanía de las decisiones las tiene el cliente que usa una ruta de compra diferente en cada caso. Ese mapa conductual debe ser seguido, conocido y gestionado por los interlocutores internos que lo ayuden y empoderen para motivar su decisión de compra, pero a la vez, que lo escuchen para que su opinión y valoración impulse el marketing relacional.
Las 7TP de la digitalización
La llegada de los canales digitales complejizó de tal manera los modelos de negocio que las 4P del Marketing tradicional basado en el producto, plaza, precio y promociones, se aplicó por separado a los negocios tradicionales y a los digitales y creó una competencia interna entre ellos por el presupuesto y los recursos en la mayoría de las organizaciones.
En estas nuevas circunstancias no es casualidad que fuera necesario añadir 3 Pes adicionales al modelo y la T de Tecnología. La P de personas refiriéndonos a los empleados; la P que recoge las percepciones de los clientes, y ambas conectadas con la P de procesos y soporte. Todo ello es necesario para acometer la transformación digital de los negocios evolucionando el modelo de negocio de transaccional a relacional. Para ellos propusimos y desarrollamos desde 2005 nuestra metodología 7TP que ayuda a detectar los frenos a la transformación digital en las organizaciones, a estructurar procesos y a convertir la digitalización inclusiva en el motor de los nuevos negocios.
Poco a poco está quedando atrás esa vieja idea de que un gran edificio y la cantidad de empleados es un sinónimo de una gran empresa, y se entiende que gran empresa es aquella en la que todos quieren trabajar. En la era digital la marca la proyectan los empleados de distintos niveles y los grupos de interés con los que se relacionen. Su satisfacción y la de los clientes son la mejor garantía para que los negocios tradicionales se digitalicen con éxito, preguntando se llega lejos.
Identidad y soportes digitales
Los dos motores iniciales para la transformación digital de cualquier organización son, la gestión de la identidad digital de todos los empleados y la evolución de los soportes. Empoderar a los directivos y a los empleados es una tarea que se consigue con la implantación de la identidad digital a través de las tarjetas digitales e integrando los nuevos canales con los tradicionales, para que sus empleados sean parte de la era digital en primera persona.
Hacer protagonistas a los directivos independientemente de su edad y a todos los colaboradores garantiza la gestión eficiente de la brecha digital. Empoderarlos y ayudarlos a optimizar el acceso a la información simplifica los procesos internos, externos locales e internacionales y conectarlos con el mundo on-line les proporciona seguridad si se hace contando con ellos. La identidad digital con una tarjeta digital avanzada mejora el sentimiento de pertenencia y alinea su marca, facilita el acceso a la información a ellos y a los receptores de cualquier grupo de interés y permite crear mapas de interacción analógico digitales y clasificar a los receptores.
Aceptar que nos encaminamos hacia un mundo híbrido presencial y no presencial , que consume papel e información en digital de manera natural, requiere que las organizaciones integren la propuesta de valor digital con la tradicional vehiculizando el impulso y la experiencia en todo momento al conectar los soportes.
Cuanto más integrados estén los procesos y más transformados y conectados los soportes, su empresa estará más preparada para enfrentar los retos del nuevo siglo y podrá sin duda aprovechar la gestión del conocimiento y optimizar su actividad comercial que seguro valorarán sus clientes eligiéndolos.
La transformación digital no es algo complejo, requiere método y la suma de cambios “sencillos” correctamente ordenados. El método, el asesoramiento, la tecnología y la formación digital de los colaboradores y aliados estratégicos es perfectamente posible con nuestro método y aplicable a todo tipo de empresas sin importar su tamaño o tipo de negocio.
Un ejemplo de transformación digital es atreverse a conectar un revista o publicación de un soporte tradicional impreso a uno digital y un éxito que cualquier receptor pueda leerlo e interactuar con la misma desde su móvil indistintamente.