De la adversidad a la innovación
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Patricio Ramón, Socio de PwC Ecuador
Impredecible es una palabra que resume todo lo que ha sucedido el 2024 en el Ecuador. Un año de enormes desafíos pero que ha abierto una nueva oportunidad para que las empresas ecuatorianas puedan repensar cómo operan.
En diversas conversaciones con cliente y amigos, hay un factor común y es que las adversidades nos toman desprevenidos y la gestión se convierten en apagar incendios. Ante esta situación, cambios en planes anuales, presupuestos, contrataciones se ven afectadas y definitivamente el enfoque es actuar rápidamente. Hace unos años, en plena pandemia, la conversación giraba en torno a conectividad remota, migración a la nube, seguridad perimetral, entre otros temas. Este año el enfoque principalmente ha estado dirigido a la continuidad operativa de los negocios y tecnología considerando la falta de suministro eléctrico. Si nos remitimos a estudios de riesgos publicados en años anteriores, ambas situaciones fueron alertadas oportunamente, no obstante, no se les consideró relevantes, tal vez por pensar que la probabilidad de estos eventos era remota o los impactos eran menores.
A pesar de lo incierto que puede ser el día el día, las organizaciones deben repensar sus estrategias empezando a analizar factores de riesgo no tradicionales que pongan sobre la mesa de los directivos potenciales problemas que pueden afectar en algún momento a las empresas y por ende evaluar si amerita empezar a tomar acciones. Una gestión de riesgos estratégicos tiene que poco a poco empezar a formar parte de la agenda de directorios y comités.
En PwC elaboramos un estudio denominado Megatendencias (https://www.pwc.com/gx/en/issues/megatrends.html) el cual analiza las cinco principales problemáticas que enfrenta la humanidad al 2030 donde se avalúa los impactos a nivel de personas, organizaciones y estados. Las megatendencias son: Cambio climático, Disrupción tecnológica, Cambios demográficos, Mundo fracturado e Inestabilidad Social. Cuando analizamos esta información podemos ver temas como: problemas de privacidad, escases de recursos, disrupción de cadena de suministros, falta de recursos, inseguridad, falta de confianza en las instituciones, etc., los cuales los sentimos en el día a día, por tanto, información como la referida nos debe servir como una herramienta para repensar las estrategias que tenemos, fortaleciendo el gran conocimiento y experiencia que han acumulado las organizaciones con nuevos temas a considerar.
¿Por qué es importante conversar de estos temas en un entorno tecnológico y de seguridad? Básicamente porque la tecnología es un elemento fundamental para transformar e innovar, y hay un común acuerdo que sin tecnología difícilmente las organizaciones podrán tener una diferenciación competitiva, ser más eficiente, responder a nueves expectativas de consumidores, tener un adecuado nivel de protección ante ciberamenazas, etc. Según el estudio CEO Survey de PwC en la edición 27, un 45% de CEOs a nivel mundial indicaron que creen que su compañía no será viable en 10 años si se mantiene operando de la misma forma a la actual. Si bien esto no incluye exclusivamente a la tecnología, existe un claro llamado a los líderes de TI y seguridad para repensar las iniciativas estratégicas y proyectos.
Con una adecuada estrategia, apalancada en un esquema robusto de gestión de riesgos y fundamentada en un liderazgo, las organizaciones podrán pasar de la adversidad a la innovación, siendo esto último el único camino para la sostenibilidad en el largo plazo. Esto no es una bola de cristal ni una panacea, sin embargo, podremos estar mejor preparados a situaciones de crisis, lo cual ya es un gran aliciente para pensar en el futuro que queremos.