“Me encanta y apasiona lo que hago”
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A los 13 años, César Arellano recibió un regalo de su padre que le haría tomar la mejor decisión de su vida. Esa computadora que pensó le ayudaría a desarrollar videojuegos le permitió abrir un universo más amplio, descubrir otras habilidades que lo motivaron a tomar la decisión de estudiar ingeniería de sistemas. Actualmente es el Gerente Corporativo de Sistemas en la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
“Me encanta y apasiona lo que hago”, comenta con una sonrisa que refleja la pasión que siente por su profesión. Desde sus inicios, ha explorado por múltiples disciplinas: redes, la administración de cibercafés, la consultoría de cubos de información, la programación y tomar el reto de la formación y dirección de equipos con cualidades y personalidades.
Con el tiempo, Arellano se convirtió en un recurso versátil, desempeñándose en el staff para desarrollar, dirigir e incluso presentar proyectos ante directivos como temas estratégicos de negocio. «Cada etapa tiene sus propios procesos, retos y complejidades», explica. Además, recuerda cómo en su etapa como programador solía cuestionarse el rol de los gerentes. «Con la perspectiva que me ha dado mi trayectoria, entiendo que las preocupaciones de ese entonces eran muy distintas a las que enfrenta un gerente». Para Arellano, la magnitud de la responsabilidad evoluciona «brutalmente» con el tiempo.
“Cada etapa tiene sus lecciones y aprendizajes, que dependen de cómo cada uno los asuma”, menciona César Arellano. Al recordar sus primeras experiencias formando parte de directorios junto a ejecutivos de negocios, destaca que solía ser el más joven en la sala. En su primera reunión notó que no le prestaron suficiente atención. Determinado a cambiar esa percepción, en su siguiente encuentro decidió dejarse bigote y barba, logró un aspecto de madurez y capturó la atención de los demás.
César Arellano ha aprendido valiosas lecciones sobre liderazgo a lo largo de su carrera. Para él, una de las más importantes es “aprender a decir no entiendo”, algo que aprendió en su primer trabajo y que ha transmitido a sus colaboradores. “Uno es responsable del resultado, y esa lección de vida es clave”, comenta. Otra enseñanza que le ha costado ascensos, pero que valora profundamente, es que “tener la razón no sirve de nada”. Reconoce que a veces insistir en tenerla solo alimenta el ego, y resalta la importancia de ofrecer a los demás “una salida honrosa”, incluso cuando uno está en lo correcto. “Lo importantes es buscar la solución sin importar quien tuvo o no la razón”.
Para Arellano también es importante conocer y medir el apetito de riesgo, en su caso le ha permitido lograr objetivos en corto tiempo. Tres proyectos de los cuales se siente orgulloso, el primer portal de compras liberado en 2004 en la Junta de Beneficencia y duró alrededor de 19 años; la construcción del sistema de juegos de Lotería Nacional, y fue allí donde casi tuvo la oportunidad de cumplir su sueño de infancia: crear un videojuego. Aunque no fue exactamente uno, estuvo en el equipo que creó el sistema para diseñar juegos de azar. El tercero más reciente migrar un ERP de clase mundial a otro del mismo nivel en 6 meses para 11 líneas de operación diferentes.
César dice que practica un estilo de liderazgo participativo y de transformación, es decir que su equipo sea un agente de cambio y que colaboren en las decisiones inclusive de aquellas que no son del área “si podemos colaborar para que las cosas sigan caminando, lo hacemos. “Nosotros somos agentes de cambio, no un área que solo se dedica a cumplir sus funciones”. “Todavía me remango y meto mano y promuevo que los otros gerentes de mi área lo hagan”, explica.
César Arellano encuentra gran motivación en su familia, disfrutando de momentos únicos con ellos, como viajar y crear recuerdos especiales. Además, valora el tiempo que pasa con sus padres. En el ámbito laboral, disfruta generar recuerdos con su equipo, organizando reuniones con asados. Aun así, reconoce la importancia de cultivar las distintas facetas que tiene como ser humano. “La vida es siempre un proceso de crecimiento. El ser humano suele preocuparse mucho por el crecimiento profesional, pero a menudo deja de lado la parte humana, quedándose en el statu quo y en la rutina diaria. La parte personal también debe evolucionar.»
Además, mantiene viva su pasión por los videojuegos, aprovechando el tiempo libre para disfrutar de ellos. Comparte series con sus hijos y dedica los fines de semana a ver anime. Le gusta jugar fútbol con un espíritu de camaradería y valora el autoaprendizaje, especialmente en temas de crecimiento personal y de negocios a través de internet. Otro de sus placeres es hacer parrilladas, pero también es el encargado de preparar el plato fuerte de las cenas de Navidad y fin de año.
César Arellano disfruta conversar con sus tres hijos, especialmente con los más grandes, sobre tecnología, drones e informática, compartiendo ideas con camaradería. Además, les ha brindado apoyo con sus canales de YouTube, fomentando su interés por estos temas.
A César Arellano le interesa leer sobre desarrollo personal. Entre sus últimas lecturas se encuentran Piense y hágase rico, un libro que considera atemporal por las lecciones que ofrece, y Padre Rico, Padre Pobre, que lo llevó a cuestionar aspectos de la economía. Además, recomienda Un grito desesperado de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, sugiriendo que es una lectura valiosa que los padres deberían compartir con sus hijos por las enseñanzas que contiene sobre la relación entre padres e hijos.
Datos de interés
- Estado civil: casado
- Hijos: 3
- Pasatiempos: Ver series y anime con sus hijos, jugar fútbol.
- Lectura: Libros de enriquecimiento personal.
Hitos profesionales
- 2024: Gerente Corporativo de Sistemas de la Junta de Beneficencia de Guayaquil
- 2022-2023 Gerente de Investigación y Desarrollo
- 2020-2023 Jefe de Soluciones Corporativas
- 2014-2020 Coordinador de servicios de Arquitectura
- 2004-2014 Analista Programador