Inició su carrera en áreas de atención, experiencia del cliente y calidad. Además, se adentró en el mundo del marketing, producto y la gestión comercial, donde debía cumplir metas desafiantes. El uso de herramientas, analizar grandes volúmenes de datos e información personalizada apoyaron las estrategias de valor que desarrolló durante esta experiencia. También incursionó en el ámbito digital, colaborando estrechamente con equipos multidisciplinarios y de tecnología para crear productos de calidad
Lucía considera a la tecnología un medio para satisfacer las necesidades y dolores de los colaboradores, clientes y las empresas. "La tecnología por sí sola no es relevante", explica, "lo son las personas, los problemas, las necesidades de los clientes. Construir en función de eso es lo que marca la diferencia".
Su mayor aprendizaje fue comprender el poder del trabajo colaborativo basado en un propósito mayor. Reconoce que al unir fuerzas en pos de objetivos comunes, se fomenta la innovación y se encuentran soluciones fuera de lo común. “Pensar fuera de la caja nos abre la puerta a entender los problemas desde nuevas perspectivas, encontrar soluciones innovadoras y mantenernos conectados con las emociones y necesidades de los demás”.
Es una líder con iniciativa que no teme a los desafíos que implica hacer mucho con recursos limitados. Sabe que esto representa una oportunidad para reinventarse, desarrollar nuevas habilidades, ser creativa, encontrar soluciones en equipo y avanzar, porque como ella dice: “No hay opción para dejar de hacer algo".
Para avanzar con agilidad es necesario construir equipos y formarlos para que crezcan y sean independientes al tomar sus propias decisiones, pero también comprometidos. “Lo que hacemos importa y todo el esfuerzo que implica, ayuda a hacer un cambio en el mundo, la empresa o las personas”.