“Hay que aprovechar las oportunidades cuando se presentan, sin temor a los desafíos”
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Juan Carlos Castro pertenece a esa generación que vivió la irrupción de lo analógico por lo digital, los video juegos y las consolas Atari, que lo condujeron a estudiar ingeniería y le abrieron el camino en el mundo de la tecnología. Como la gran mayoría de profesionales en IT empezó como programador, pero luego alcanzó competencias como DBA y sumó nuevos conocimientos y experiencia en proyectos, integración, uso de servicios, experiencia de usuario entre otras competencias. Actualmente, se está especializado en transformación digital y Marketing y es el Gerente de Tecnología y Proyectos de la Mutualista Azuay.
De temperamento inquieto, recuerda sus etapas de colegio y universidad. De ser un completo torbellino a concentrar su creatividad e ideas en propuestas accionables. Una actitud que aún la conserva como una práctica cotidiana en su vida personal y profesional.
Su pasión, continúa siendo la programación y las bases de datos, pero ha dado importantes saltos en nuevos roles. Gestionar, diseñar y proponer estrategias como líder de área en distintas industrias cuencanas ha sido un camino natural para Juan Carlos. “Siempre he creído que hay que aprovechar las oportunidades cuando se presentan, sin temor a los desafíos que puedan surgir”, y la manera de hacerlo dice, es ajustando los conocimientos a la demanda de los nuevos roles en la gestión de talento, el manejo emocional y la estrategia tecnológica”.
Señala la importancia de reconocer los momentos de disrupción laboral y la decisión de adaptarse a los continuos cambios, “ese es el pequeño espacio que marca la diferencia entre las personas que luchan por adaptarse y aquellas que no lo hacen”. Destaca la importancia de realizar inversiones tanto económicas como de tiempo para trascender esa pequeña barrera inicial y adentrarse en un «océano azul» una vez que se comprende plenamente el funcionamiento del negocio.
Su trayectoria está marcada por el aprendizaje de colegas y líderes que han gestionado con éxito empresas y/o áreas de IT y afines en Cuenca y de los cuales ha adquirido la capacidad de tomar decisiones, desarrollar un carácter sólido y asumir riesgos calculados, personas de las que ha aprendido siempre con una actitud de humildad, si bien todos los lideres de las empresas en las que ha laborado han aportado y aportan mucho en su vida, existen tres personas que han sido mentores anónimos de su carrera: Guillermo Torres, Fernando Balarezo y Esteban López. Sin embargo, también ha extraído lecciones de los errores cometidos en el pasado, utilizando esas experiencias en el presente para evitar riesgos o prácticas que no conducen a resultados satisfactorios.
Juan Carlos lidera cada proyecto tecnológico con un enfoque democrático, colaborando con grupos de trabajo y negociando el diseño de soluciones con todas las áreas involucradas. Además, supervisa de cerca cada tarea operativa y se encarga de dar forma concreta a las ideas. “Definitivamente, hay que adaptarse al entorno y navegar dando la forma necesaria a las soluciones, para que estas agreguen valor”. Frente a las crisis, señala que el liderazgo se asume de manera diferente ya que por lo general en esas situaciones nos enfrentamos a la solución de problemas adaptativos en lugar de problemas técnicos, en ese caso el rol del líder es dar confianza y movilizar a la organización a realizar ese trabajo adaptativo, lo que incluye que los miembros del equipo incluso asuman nuevos roles dentro de esta dinámica de cambio. «Las emociones son el cimiento del liderazgo y se moldean a través de la práctica, la disciplina y el conocimiento», afirma.
Tiene una gran pasión por el enduro, lo que le ha brindado la oportunidad de disfrutar de paseos al aire libre y contemplar el paisaje que rodea a la bella ciudad de Cuenca. También siente un profundo amor por la naturaleza y le gusta ir de excursiones al campo, la pesca, acampar en las montañas y hacer senderismo.
Cuenta entre risas las anécdotas vividas de sus aventuras haciendo enduro por caminos estrechos de difícil acceso. En una ocasión casi atropella a un venado, un audaz frenazo hizo que apenas lo topara, pero no impidió que él cayera seis metros en un charco de lodo. Aprovecha para señalar que a pesar de las caídas uno aprende a levantarse y continuar en pro de alcanzar el objetivo final.
La lectura es una de sus aficiones favoritas, y siempre se mantiene al día con las últimas tendencias. Sugiere leer el libro Liderazgo del cambio en periodos de crisis de Julio Sergio Ramírez.
Con la libertad de la tranquilidad en su casa aprende sobre la inteligencia artificial y a crear modelos que combinan sus conocimientos en bases de datos y analítica. Además, comparte su tiempo en almuerzos familiares los fines de semana, visitas al campo y reuniones con amigos.
Es un padre que apoya las decisiones de sus hijos en cuanto a la elección de sus carreras profesionales, priorizando lo que les haga feliz en la vida. “Uno no debe prohibirles sino darles la libertad, analizar juntos sobre las decisiones que tomarán bajo las condiciones actuales, tratando de que descubran su verdadera vocación”.
Juan Carlos ha logrado cumplir sus sueños y expectativas de su infancia. Se siente satisfecho con lo que ha logrado y está agradecido por ello. Espera que las oportunidades sigan llegando con la ayuda de Dios y sus conocimientos y alcanzar nuevas metas en cada etapa de su vida.