La tecnología y el proceso electoral en Ecuador

Por: Silvia Acosta Especialista de soluciones SAP

Sin duda cada proceso electoral al país lo divide en aquellos que toman interés hacía la política y aquellos que ya no creen en procesos electorales con un fin de servicio al pueblo. Pero algo que a cada elector siempre le genera dudas es sobre la transparencia en la información que se recaba en las urnas, el gasto público en publicidad, e intrínsecamente del proceso es la tecnología que se utilizara, la cual tiene una ambigüedad en los electores generándoles interés y preocupación.

Es por ello que en los comicios que están por darse en el país, las diversas dignidades que se elegirán han optado por sus campañas políticas donde las redes sociales sean su pilar para comunicar sus planes de trabajo, como aquellos que generan información incluso burda con tal de llegar a los diversos segmentos de electores. Pero en forma general lo que está detrás de estos planes comunicacionales es el monitoreo de la difusión y alcance que tienen con las diversas campañas, análisis de la percepción de los electores; el objetivo es recabar información que sea oportuna como poder predecir mensajes que el electorado quiere escuchar.

Pero ya llegado el día de las elecciones la tecnología toma una relevancia mayor donde cada partido político y sus estructuras organizativas, son los principales entes fiscalizadores del desarrollo y resultado de los procesos electorales, donde este año el país contará con un proceso híbrido, en el cual los electores radicados en el país lo realizarán de forma cotidiana acercándose a los recintos electorales y realizando su sufragio de forma manual y por otro lado la Votación Telemática en las Circunscripciones Especiales del Exterior

Pero algo que siempre queda en duda en los anteriores procesos es la falta de rapidez en la transmisión del resultado y la plataforma de difusión de los mismos que carece de tiempo real y que garantice con ello una ilimitada accesibilidad a los resultados electorales en todo momento sin que la misma colapse y ponga en duda el proceso electoral sea transparente.

Es así que una de las falencias al manejar conteo manual, es la incertidumbre que quedan en el escrutinio donde aún el país no cuenta con sistemas de captación y recuento automático de los mismo susceptibles de transmisión segura e inmediata a un centro de transferencia dependiendo de los miembros de la junta receptora del voto, la agilidad, minuciosidad y transparencia que le den al proceso.

En cambio en el caso del voto telemático , el CNE como parte de las innovaciones en el proceso ha decidido que la comunidad ecuatoriana residente en el exterior, empadronada en las 52 zonas electorales habilitadas para el proceso puedan realizarlo por primera vez de esta forma, donde se pondrá a prueba las decisiones de la tecnología a utilizar llevando el proceso de punta a punta de forma tecnológica, dando sus primeros pasos hacia el voto electrónico, el cual se espera se encuentre dentro del marco de transparencia del proceso y pueda  contar con métodos adecuados de auditoría a cargo de entes especializados e independientes, sin perjuicio de las facultades que corresponden a los diversos partidos políticos.

La incursión de nuevas tecnologías aporta con programas estadísticos que permiten marcar tendencias y efectuar proyecciones que ayuden a realizar contrastes entre los resultados oficiales y los manejados por los entes contralores, dando así fuente confiable de conocimiento y análisis imparcial

Los electores esperan que esta combinación que decidió el CNE de tener voto electrónico pueda llegar en un próximo referéndum a nivel local donde estas cuenten con tecnologías como criptografía, blockchain, que den respuesta a aspectos tan importantes como la privacidad del voto, la integridad, auditorías. Las cuales para llegar a utilizarlas a nivel país no podrán dar este siguiente paso sin que se tome en cuenta el acceso a internet en todo el territorio ecuatoriano y que todos estos cambios se encuentren ligados a un plan educativo para todos los implicados, donde cada partido político, votante, candidatos entiendan y confíen en el sistema, dando paso a incluso no solo un punto de vista tecnológico sino de sostenibilidad.