La nube en la estrategia de negocio
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Por Xavier Naranjo, Líder de Infraestructura Tecnológica, Operación IT y Seguridad de la Información de Yanbal.
Definitivamente el “vuelo” hacia la nube es muy distinto desde la óptica del negocio respecto a la de tecnológica. Partiendo de la premisa de que la tecnología per se no es el fin, sino el medio para empujar al negocio hacia un objetivo, convirtiéndose así en un habilitante estratégico. Dicho de esta manera, los principales desafíos a abordar desde la visión de quienes gestionamos la tecnología están direccionados a mejorar y facilitar las distintas arquitecturas tecnológicas en la organización. Una adecuada gestión de infraestructura tanto si hablamos de sistemas on premise o nube, se convierte en un pilar fundamental para mantener uno de los factores más críticos para el negocio que es su operación. En nuestra gestión se valora aspectos que van desde el control, flexibilidad, agilidad, predicción, autogestión sobre eventos conocidos, etc., que apoyados con las nuevas tecnologías como IA, Analítica de datos, RPA, fortalecen sobre manera la gestión de los ambientes en nube que se activan para disponibilidad del negocio.
Ahora bien, al hablar de la nube desde la perspectiva del negocio, los desafíos se focalizan en la optimización, sobre todo de costos, recursos; la escalabilidad, necesaria para el crecimiento del negocio apoyados en la flexibilidad que permiten las nuevas tecnologías como la nube; la continuidad de negocio que frente a eventos no se detenga la operación del negocio, manteniendo disponibles en todo momento los diferentes servicios tecnológicos que soportan sus procesos Core Business. Debo señalar que en el análisis de estas consideraciones se debe poner especial atención en un aspecto sensible: la seguridad de la información para mantener la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información y mantener intacta la reputación e identidad digital la organización.
Para adoptar estas nuevas tecnologías es necesario cambiar el mindset y los comportamientos de cada miembro de la organización en las distintas áreas sea de IT o de negocio, y hacerlo desde la alta gerencia en un sentido vertical de manera que nos veamos en la necesidad de desaprender aquellas formas tradicionales de gestionar tecnología, es decir, de querer mantener cercanía con las arquitecturas que se administran, frente al nuevo aprendizaje de gestionar arquitecturas distribuidas en diferentes locaciones y administrarlas desde cualquier lugar.
En esa misma línea, la alta dirección y el negocio deben entender el potencial de contar con su información localizada en varios sitios en algún lugar o varios lugares del mundo.
Esta necesidad de cambiar escenarios de resistencia y temor frente a nuevos desafíos forma parte de la hoja de ruta en la adopción hacia nuevas tecnologías y hay que abordarlas de forma adecuada con los controles específicos y necesarios para ejecutar proyectos de esta magnitud, con la finalidad de mantener “conectada” a la compañía y asegurar su supervivencia en el ecosistema digital actual.
Pero no debemos ir muy lejos, la adopción del teletrabajo fue un cambio significativo que propició una adaptabilidad inmediata debido a la necesidad de continuar con las actividades del negocio. Vimos que el teletrabajo, donde se involucra a la nube, tuvo una enorme funcionalidad gracias a la adopción cultural, al cambio en la forma de hacer las cosas y al modelo oportuno que definió cada organización.
En tiempos de normalidad, la adopción y migración a proyectos de nube requiere una estrategia, por decirlo de alguna manera, que permita adecuar la cancha, enmarcar el campo de acción y habilitar el juego con tecnología, considerando que todo negocio se apalanca en la tecnología, pero no todo negocio tiene como Core Business la tecnología. Desde mi punto de vista el éxito o fracaso de un proyecto que empuje los niveles de competitividad y permanencia en el mercado en el actual ecosistema digital, sea que se apalanque en la nube y otras tecnologías, requiere el compromiso y acciones muy simples pero también complejas. Por un lado, el compromiso de la alta gerencia, la asignación de un jefe de proyectos, activar la arquitectura tecnológica en nube para disponibilidad del negocio, la definición de roles, conformación de equipos, metodología, entre otros importantes factores críticos de éxito.
En una palabra, el rol de IT es estratégico, y un importante nexo entre el negocio y la adecuada adopción de nuevas tecnologías. Hoy hablamos de nube, pero tenemos otras tecnologías disruptivas como IA, RPA, Ciberseguridad, BI, Realidad Virtual, Realidad Aumentada, Big Data, Blockchain, IoT cada vez más accesibles. Por lo tanto, el rol del líder IT es clave, al conocer a detalle el negocio, entender las necesidades de cada área y comunicar sobre las ventajas, beneficios, riegos, controles., etc., para implementar la tecnología necesaria en los diferentes procesos Core Business del negocio. La implementación de soluciones tecnológicas adecuadas aporta al cumplimiento de metas empresariales y planes de negocio y, además, entrega herramientas apropiadas para una adecuada ejecución de proyectos de gran magnitud.