Telegramas digitales desafían poder mediático de Chávez

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CARACAS (Reuters) – El vertiginoso auge de Twitter como medio de información alternativo en Venezuela ha disparado las alarmas del presidente Hugo Chávez, quien tras una década de encarnizada «guerra mediática» contra sus opositores se ha dado cuenta de que dejó un flanco desprotegido: la red.

Con 200.000 cuentas activas, Venezuela es uno de los países latinoamericanos con más twitteros per cápita digital y sólo en el 2009 los usuarios de la popular plataforma de «microblogging» se dispararon más de un 1.000 por ciento en el país petrolero.

Periodistas, medios y líderes de opinión, en su mayoría opositores, se han anotado en masa a este servicio que permite enviar mensajes de 140 caracteres, fotos y links a los seguidores de su perfil, contribuyendo a dar cada vez más relevancia en una sociedad muy pendiente de la información.

Pese a que su impacto real en la crispada escena política venezolana todavía es limitado, muchos ven estos telegramas digitales como una poderosa herramienta para desafiar la arrolladora presencia mediática de Chávez justo cuando su popularidad está en jaque por la crisis eléctrica y económica.

«Twitter no va a modificar tendencias electorales, no vas a convencer a alguien de que cambie su voto. Lo que sí está cambiando es la forma de comunicarse y organizarse de los usuarios, dándoles un poder y una presencia informativa inéditos», consideró Luis Carlos Díaz, del Centro Gumilla.

Analistas creen que con el país tan dividido, las redes sociales podrían jugar un papel importante en la movilización del voto opositor frente a la gran maquinaria electoral del chavismo de cara a los comicios legislativos de septiembre.

A principios de año, estudiantes que adversan el proyecto socialista de Chávez coordinaron a través de Twitter varias protestas contra la salida del cable del canal opositor RCTV, cuya concesión en señal abierta no fue renovada por el Gobierno en el 2007.

Además, un país con una penetración celular del 80 por ciento y más 1,2 millones de teléfonos inteligentes -un 7 por ciento del mercado frente al 2 por ciento promedio de la región- se perfila como el caldo de cultivo perfecto para el crecimiento de este tipo de redes sociales.

OPOSICION 2.0

Cuando llegó al poder en 1999, poco importaba a Chávez y a sus aliados lo que acontecía en la esfera virtual, pues apenas un 5,8 por ciento de la población tenía acceso a la red, en su gran mayoría de clase alta, a los que llama «oligarcas».

Sin embargo, las políticas del mandatario socialista con la creación de miles de centros de conexión gratuita en barrios pobres y alejadas comunidades rurales, unidas a cinco años de bonanza económica en el país petrolero, dispararon en más de un 1.000 por ciento la penetración de internet en 11 años.

Según cifras oficiales, Venezuela cerró el 2009 con 8,8 millones de internautas -un 31,2 por ciento de la población – de los que más de dos tercios pertenecen a las clases D y E, las de menores recursos económicos.

«Ahora internet tiene un impacto político importante porque es mucha gente y la mayoría en estratos populares, que es donde tradicionalmente este Gobierno ha tenido su núcleo electoral. Y esa cifra sigue creciendo», dijo Carlos Jiménez, de la firma de análisis Tendencias Digitales.

Tendencias Digitales calcula que actualmente unas tres cuartas partes de los usuarios de Twitter están concentrados en los estratos socioeconómicos altos, pero cada vez más las clases de menores recursos están accediendo al servicio.

La eventual masificación de esta red podría abrir una grieta en la estrategia oficial para lograr la llamada «hegemonía comunicacional», que hasta ahora se centró en multiplicar la red de medios públicos tradicionales y hostigar a los privados con medidas legales y económicas.

«Al Gobierno le es relativamente fácil neutralizar una televisión o una radio. Pero Twitter son cientos de miles de personas independientes utilizando un servicio que no está ubicado en Venezuela», dijo Billy Vaisberg, creador del directorio Twitter Venezuela (twitter-venezuela.com).

Ante este panorama, es significativo que siete de los 10 twitteros más seguidos en el país sean frontales críticos de Chávez, mientras que sus defensores no aparecen hasta el puesto 66 de Twitter Venezuela, que agrupa a unos 4.000 usuarios.

Globovisión (@Globovision), la única televisión nacional opositora que emite en señal abierta, encabeza la lista con 167.125 seguidores y un alza promedio de 800 al día.

De hecho, Globovisión suele aparecer entre los 20 twitteros más influyentes del mundo según el algoritmo de la consultora Edelman (www.TweetLevel.com), superando a prestigiosos medios internacionales, estrellas del pop y gurús de la tecnología.

@HUGOCHAVEZ

Ante el potencial riesgo que supone Twitter por su capacidad de colocar temas en la agenda pública y organizar a sus adversarios, Chávez instó a sus seguidores a que den la batalla en la red, al tiempo que pidió a los legisladores mayor regulación de los medios online.

«Internet es una trinchera de lucha porque por ahí viene corriendo una corriente conspirativa. Esto es como si tuvieran un fusil o un cañón», dijo el mandatario, quien en una semana pasó de decir que «Internet no puede ser libre» a negar que su Gobierno esté planeando restringir el servicio.

El propio Chávez anunció el fin de semana que creará un blog para batallar en internet, luego de haber centrado por años su fabulosa presencia mediática en radio y televisión, donde maneja su discurso con extremada efectividad política.

Pero el chavismo tiene un problema para construir un mensaje atractivo en Twitter, ya que su esquema de comunicación es piramidal: el líder dicta en sus numerosas apariciones públicas lineamientos, ideas y opiniones que luego serán repetidos por sus correligionarios con pocas variaciones.

«La información más atractiva es la que hace contrapoder, la que busca ángulos distintos. Siento que la información oficial es acartonada ya que existe un sólo discurso que se repite. Más que información, es propaganda», dijo Carlos Correa, director de la ONG Espacio Público.

Y es que improvisar en el discurso o disentir con el presidente podría suponer riesgos incluso para sus seguidores, algunos de los cuáles pasaron a engrosar las filas de la «contrarrevolución» por criticar al militar retirado.

«El discurso homogéneo rompe la efectividad de Twitter, donde se trata de debatir con discursos autónomos. Así que el Gobierno tiene un problema», opinó Andrea Hoar, profesora de Lógica Digital en la Universidad Central de Venezuela (UCV).

«Para ganar espacios tendría que ponerse Chávez a twittear. Y eso no parece que vaya a suceder, por ahora», agregó.

(Por Enrique Andrés Pretel, editado por Silene Ramírez)