Por: Susana Molina, CDO (Chief Data Officer/ Directora de Proyectos).
La migración de la infraestructura a la nube sigue rodeada de ciertos mitos, relacionados con la seguridad, confidencialidad y rendimiento. Sin embargo, estas preocupaciones son cada vez menores cuando se realiza un análisis con visión a largo plazo, los beneficios de la nube se vuelven claros. No obstante, no hay que perder de vista las particularidades de las infraestructuras, las actividades específicas de cada compañía y la necesidad de considerar aspectos de redundancia y contingencia.
Al levantar un caso de negocio se validan las distintas alternativas. La infraestructura on-premise impone ciertas restricciones, y las inversiones en CAPEX necesarias para comenzar son considerables. Hoy en día, todos estamos accediendo, utilizando y consumiendo algoritmos de IA. Para aprovechar y sacar el máximo provecho a la IA, se requiere una infraestructura robusta, algo que muchas empresas no pueden permitirse. Lo mismo ocurre con grandes datalakes o soluciones de Big data; los modelos on-premise requieren inversiones importantes en espacio, procesamiento y capacidad, lo cual no siempre es viable para todas las empresas.
Aquí es donde se desmitifica la nube. La nube ofrece potencia, escalabilidad, rendimiento y acceso a tecnologías avanzadas sin la necesidad de realizar enormes inversiones iniciales. Definitivamente, este es un avance para las organizaciones, permitiéndoles centrarse en su negocio principal y aprovechar al máximo las tecnologías de vanguardia sin las restricciones que podría darse con la infraestructura tradicional.
Veolia llevó a cabo un proyecto corporativo en el que todas las operaciones debían adoptar la visión de «clouderizar». Este proyecto, denominado «Moviéndose a la Nube», transformó las operaciones que anteriormente dependían de infraestructura local, como centros de datos, servidores y bases de datos, algo común en operaciones pequeñas. Lo que ha cambiado es la confianza en la nube. ¿Para qué invertir en un gran centro de datos para procesamiento analítico si numerosos servicios en la nube pueden ofrecer lo mismo? Lo esencial es asegurar la comunicación y la seguridad, aprovechar las normas y estándares que los grandes proveedores de la nube ofrecen y centrarse en mejorar el negocio y la organización.
Al analizar este tipo de proyectos, uno de los temas más importantes es la seguridad. Se debe evaluar la seguridad en comparación con transferirla a terceros, siempre teniendo en cuenta que, en última instancia, que las empresas que usan el servicio siguen siendo responsables de las capas de seguridad.
Una buena práctica en cuanto a acceso de servicios cloud es ser multicloud, confiar en varios proveedores para diferentes servicios. Veolia es una compañía multicloud, combina requerimientos propios de negocio que continúan siendo locales a través de nubes privadas. Esta mixtura entre nubes públicas y privadas se la aplica según las consideraciones del negocio.
En el tema de costos, es importante entender que la migración a la nube implica una adaptación y, en última instancia, una conversión de inversiones de CAPEX a OPEX. En lugar de realizar enormes inversiones iniciales en infraestructura, ahora se paga por infraestructura como un servicio, lo cual puede ser beneficioso para las operaciones. Al analizar y desmitificar este importante paso, se puede dar cuenta de que la infraestructura local puede parecer menos costosa inicialmente, pero cuando se considera el Costo Total de Propiedad a largo plazo, incluyendo el costo del personal y la actualización necesaria debido al crecimiento, la nube resulta ser una opción interesante si se la sabe utilizar y seguramente se volverá una práctica positiva.
Empezar pequeño y escalar
Migrar a la nube requiere claridad, investigación, aprendizaje y contar con personal especializado. En el mundo de la nube, existe una amplia variedad de servicios de pago, aunque estos costos son cada vez menores.
Para las organizaciones, lo recomendable es comenzar con proyectos pequeños y escalar hasta donde pueda hacerlo. Esto implica iniciar con pilotos y prototipados, porque si se tendrá costos de aplicación de red, ancho de banda, costos transaccionales especialmente en la parte analítica. Los motores analíticos en la nube, por ejemplo, cobran por transacción, pero existen técnicas de afinamiento para optimizar estos costos.
También hay que considerar que una vez que las organizaciones comienzan a usar la nube, es común que quieran utilizarla cada vez más, pero es importante tener en cuenta que esto implica un costo adicional. La manera inteligente de adoptar la nube es combinar el uso de infraestructura local y servicios en la nube, comenzando de manera sencilla y escalando rápidamente.
Y tener siempre presente que a pesar de que los cambios de infraestructura suelen ser principalmente tecnológicos, siempre impactan en los usuarios por eso es importante una comunicación oportuna y clara, capacitación y lograr el entendimiento de los usuarios del «qué», el «por qué» y el «para qué» del cambio, así como los beneficios que obtendrían. Esta comprensión y preparación contribuyen a una aceptación y adaptación más rápida y efectiva al nuevo entorno tecnológico.
Todo cambio tecnológico es, en esencia, un cambio organizacional que requiere un enfoque estratégico que integre la tecnología con la cultura y los procesos de la organización.