Mishele Loján es Gerente de Innovación y Tecnología de la plataforma Tipti. Aunque reservada, aprovecha cada oportunidad para expresar su opinión sobre tecnología. Se mudó a Quito hace 10 años, buscando nuevas motivaciones y horizontes profesionales. Dejó su ciudad natal Loja y junto a su mascota, emprendió un viaje de descubrimiento, buscando nuevas amistades y oportunidades, lo que la llevó a convertirse en una de las primeras desarrolladoras contratadas por Tipti, asistente de compras y tiendas especializadas a domicilio.
“Ha sido una experiencia gratificante, aunque no tan sencilla, cambiarse a otra ciudad y formar parte de una aplicación que se ha adaptado a la nueva ola tecnológica y ayuda a millones de personas”, comenta Mishele. Tras ocho años en la compañía, siente que Tipti es parte de su familia. “Le tengo un cariño especial porque fui la persona que puso la primera línea de código”.
La joven ejecutiva también valora el aprendizaje obtenido de cada miembro del equipo y de otros líderes. “Lo hermoso de trabajar allí es hacerlo con personas que aprecias y valoras”.
Pero hay otro aspecto que Mishele lo califica como “genial” y es que Tipti no solo es una plataforma sino una empresa de tecnología, “tecnológicamente te permiten desarrollar y avanzar con nuevas propuestas gracias a que la innovación es fundamental en la empresa”.
Apasionada por la tecnología y el software, Mishele disfruta resolviendo problemas a través de la tecnología. Se interesa en la programación y se mantiene al día con las tendencias en infraestructura, desarrollo y electrónica. Recuerda haber sido siempre curiosa. “Fui siempre esa niña traviesa que desarmaba los juguetes para ver el sistema de funcionamiento que tenían dentro”.
Su espíritu competitivo la ha impulsado a prepararse constantemente, cursando maestrías y perfeccionando sus habilidades y conocimientos. Este afán por la mejora no solo es personal; su entorno, incluyendo amigos, ha fomentado una sana competencia que la ha motivado a superarse. “No solo era cuestión de decir yo quiero ser mejor, sino que mi entorno propiciaba una sana competencia”.
A los 31 años, Mishele ha superado desafíos más allá del ámbito tecnológico, fortaleciendo sus habilidades de liderazgo con el apoyo de Pierangela Sierra y Rafael Luque, fundadores de Tipti. “Liderar no es mandar, es saber hacer las cosas correctamente, valorando a las personas y al equipo”, afirma.
Practica un liderazgo colaborativo, abierto a escuchar iniciativas, intercambiar ideas, criterios e involucrar a cada miembro del equipo en el proceso de toma de decisiones de tipo tecnológicas.
Mishele valora las opiniones de los colaboradores, establece sus fortalezas y trabaja en un círculo colaborativo que enriquece a toda el área. “Me emociona ver el crecimiento individual porque permite el fortalecimiento del área”.
Además, ha adquirido nuevos conocimientos sobre el negocio gracias al apoyo y puntos de vista de las distintas áreas del negocio.
En ese camino profesional y de liderazgo hay muchas personas que la han inspirado. Ella recuerda a su tío Paúl que desde la adolescencia hasta los 25 le ayudó a estudiar. “Mi tío era un DBA y me parecía la persona más genial que había”, dice. Aún ahora recurre a él cuando tiene una consulta o requiere resolver dudas relacionadas con tecnología. En cambio, de Pierangela aprendió a tener una visión corporativa y a nunca rendirse.
Para Mishele, liderar en tiempos de crisis implica mantener la calma, analizar los eventos en retrospectiva y buscar soluciones. Resalta la importancia de pedir ayuda a tiempo en situaciones que exceden el conocimiento del equipo.
En este trayecto del camino de crecimiento personal y profesional, dice: “La Mishele de hace años atrás, hoy se sentiría orgullosa”; “he crecido en niveles que nunca me hubiese imaginado, tanto en conocimiento, personalidad, comunicación, y en todo lo que hago”.
Para ella, lo que ha aprendido laboralmente le ha ayudado en su vida personal, encajándolo todo como un rompecabezas. “Me estoy proyectando a un futuro en el que seguiré aprendiendo y quisiera ser parte del creciendo monumental de Tipti. Del lado tecnológico tengo un sinnúmero de ideas para implementar y desarrollar”.
Recientemente casada, disfruta del tiempo con su pareja y su mascota, así como de las conversaciones telefónicas con su madre que vive en Loja. Le gusta reunirse con su familia, donde recarga energías y disfruta de la comida de su abuela.
Entre sus pasatiempos, Mishele disfruta cocinar, explorar nuevas recetas y perfeccionarlas antes de pasar a la siguiente. También se ha interesado en la fabricación de alfombras y muebles, y está feliz de haber encontrado un compañero que comparte su ritmo de vida.
Fanática de la ficción, el anime, el manga y la magia, colecciona figuras de Pokémon, Star Wars, rompecabezas de Rugrats, Los Avengers, entre otros. También escucha audiolibros, el más reciente: El dilema de los innovadores.