Cómo prepararse mejor para una crisis

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Un año después de que el Covid-19 fuera declarado una pandemia mundial, la segunda Encuesta de Crisis Global de PwC analiza la respuesta de la comunidad empresarial a la crisis global más disruptiva en la historia. Más de 2800 líderes empresariales compartieron datos y opiniones, representando a distintas organizaciones, en 29 industrias de 73 países. 

Basándose en los resultados de la encuesta, PwC recopiló tres formas en que las empresas pueden prepararse mejor para una crisis:

1. Diseñar un plan estratégico de respuesta a la crisis para movilizarse rápidamente, estabilizar las operaciones comerciales y responder eficazmente a las ondas de choque de la disrupción. Revise y perfeccione su respuesta en tiempo real y en evaluaciones posteriores a la acción. Incorpore lo que está aprendiendo para salir fortalecido de esta crisis y estar listo para lo que viene después.

2. Romper los silos. Un programa integrado es esencial para ejecutar una respuesta exitosa a la crisis. Examine su panorama de resiliencia existente y establecer una gobernanza en torno a ella al más alto nivel, designando a un líder para “patrocinar” el programa de resiliencia y creando un comité directivo para supervisar la financiación y los recursos.

3. Fomentar la resiliencia como un factor cultural, no sólo para tener éxito, sino para sobrevivir. Tres de cada cuatro empresas confían en que pueden integrar con éxito lo que han aprendido durante la crisis y fortalecer su resiliencia organizacional.

“Posicionar la resiliencia organizacional como un paraguas sobre sus competencias centrales, en su tecnología, operaciones, datos, fuerza laboral y dominios financieros, es fundamental. Además de crear los planes, protocolos y capacitaciones correctos, le permitirá estar mejor equipado para lanzar una respuesta coordinada ante cualquier eventualidad” mencionó Gonzalo Argandoña, Socio Líder de Consultoría Empresarial y Finanzas Corporativas.  

Resultados de la encuesta

Sólo el 35% de las organizaciones tenía un plan de respuesta a la crisis que era “muy relevante”, lo que significa que la mayoría de las organizaciones no diseñaron sus planes para ser “agnósticas a la crisis”, un sello distintivo de una organización resiliente. 

7 de cada 10 organizaciones planean aumentar su inversión en la construcción de resiliencia; y entre los líderes de riesgo, ese número llega a nueve de cada 10. Los líderes empresariales reconocen que una base de resiliencia puede marcar la diferencia entre flaquear o prosperar.