Claves de liderazgo e innovación para ejecutivos en épocas de incertidumbre

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Chris Colbert, ex Director del Laboratorio de Innovación de Harvard, explica que la capacidad para adaptarnos a la vida actual, al escenario post-COVID-19, ronda en torno a la valentía.

El colapso de una compañía no se da por un error en la estrategia corporativa, sino por el comportamiento de sus ejecutivos cuando cierran sus mentes, se aferran al statu quo, al pensamiento que heredaron y temen asumir la verdad del futuro cercano. En esta época de incertidumbre se requiere apertura mental a lo que podría pasar, abandonar el pasado, el legado y los viejos sistemas de creencias.

El dilema es desprenderse de la seducción y comodidad que ofrece el statu quo. Vemos comodidad de muchas maneras en nuestras vidas: familiaridad, estándares, mantener las mismas formas históricas de gestionar nuestra compañía, en general todo lo que significa comodidad.  Por lo tanto, adaptarse a la nueva normalidad es necesariamente incómodo. 

La Ley de Moore es la idea de que la potencia de cálculo se duplica cada año, y el costo se reduce a la mitad, lo que significa que se puede aplicar tecnología a cualquier aspecto cotidiano. Tenemos la curva tecnológica ascendente que ha permitido innovaciones profundas en los últimos 20 o 30 años. Sin embargo, esta curva es fundamentalmente más rápida que nuestra habilidad natural de cambio.

Esto nos lleva a una visión que sustenta Thomas Friedman, periodista y escritor estadounidense, tres veces ganador del Premio Pulitzer: el ritmo de la adaptabilidad humana, de su evolución como especie, es muy inferior a la de la innovación o la evolución tecnológica. Esa brecha es nuestra capacidad de adaptación.

Sus habilidades técnicas se hacen obsoletas a un ritmo del 25 % por año. Si no mantiene un aprendizaje constante y se actualiza, estará desempleado en 4 años.

Como ser humano, como ciudadano, como líder empresarial, como padre o madre, quiere estar preparado para este escenario incierto y cambiante, ¿cómo hacerlo?

Compromiso: sus equipos de trabajo requieren de su compromiso y liderazgo para navegar la ambigüedad de estos tiempos. Un buen líder promueve la proactividad, independencia y libertad de resolver problemas de sus colaboradores, sin jamás hacerse inaccesible.

Ser capaz de enfrentarse a la verdad: suya, de sus colaboradores, de sus clientes, de su jefe, de su compañía, de su entorno en general.

Definir nuestras intenciones: como líder de la organización, con sus colaboradores, como compañía, etc. Recuerde que lo que no se mide no se puede mejorar. Regresando a la teoría de Maslow, su tarea, como líderes y gerentes, es permitir que los colaboradores de su organización o de su grupo de trabajo consigan dominio, autonomía, propósito y, en consecuencia, autorrealización. Esto aumentará la vocación y productividad general de la compañía como consecuencia natural.

Establezca un plan: ya sea en el ámbito personal o profesional, necesitas un plan que incorpore la motivación y la responsabilidad paso a paso. El impacto de la innovación en los procesos y en el individuo.

Enseñanza y aprendizaje: no sucede lo suficiente en el ecosistema empresarial y es algo realmente crítico. Hay una inmensa falta de enseñanza y aprendizaje en toda nuestra sociedad. Están, básicamente, relegados a la escuela. Cuando uno se gradúa, todo se vuelve experimental. Estudios señalan que los mejores CEO del mundo leen alrededor de 52 libros al año (un libro por semana).

Salga al mundo: el mundo no es su oficina, el mundo no es su ciudad, el mundo no es su casa, el mundo es el mundo. Si quiere adaptarse para lo que viene, debe estar listo para el mundo y la única forma de hacerlo es conociéndolo, en base a experiencias que aumentan tus conocimientos y generan nuevas perspectivas.

Busque a los buscadores: no encarará solo el mundo post pandemia. No importa el contexto, a nivel personal o profesional, necesitamos a otras personas, gente de quien puedas aprender características que te enriquezcan. Rodéese de personas honestas, abiertas, curiosas, que no juzguen, que sean compasivas, pacíficas y que se amen a sí mismos.

Asegúrese de rodearse de gente que acepta la verdad, que tiene curiosidad por entenderla y que es cuidadosa con su enfoque y propósito de vida.