“Crowd delivery” y los centros de distribución tradicionales

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La industria de logística está experimentando una gran transformación con innovaciones que van desde crowdshipping (entrega colaborativa) hasta drones. La “uberificación” de la logística es ahora una tendencia y por consiguiente se invierte más capital en modelos que se basan en redes de conductores independientes. Sin embargo, aún existen problemas sin solucionar en la cadena de suministro y en el caso de ciudades emergentes, se suma la ausencia de planeamiento urbano, infraestructura y tecnología.

Algunas empresas han enfocado su trabajo en optimizar la transportación urbana y existen muchos emprendimientos centrados en entregas “express” (rápidas) usando motos y bicicletas. Pero en logística urbana, se gasta una gran cantidad de tiempo y dinero desde el punto de recolección hasta la entrega, debido a que hay que resolver aún problemas como calles sin nombres o identificación, tiempos de espera de una hora o más en centros de distribución, falta de coordinación con clientes, escases de estacionamientos e infraestructura para zonas de descarga de paquetería.

Estos problemas originan procesos

ineficientes que afectan a toda la cadena logística de negocios, desde retails, bancos, telecomunicaciones hasta supermercados. Además de las dolorosas operaciones de última milla de estas empresas, existen algunas necesidades sin suplir que involucran reabastecimiento de stock; inclusive en tiendas de duty free en aeropuertos. 

En Shippify hemos identificado que el uso de crowdsourcing, en conjunto con tecnología y herramientas efectivas de recolección de datos vuelve eficiente la logística de última milla e incrementa  el comercio en Latinoamérica.

Se podría pensar que el “Crowdshipping” o entrega colaborativa  es la panacea de la logística, sin embargo, a pesar de que ejecutar este modelo de manera amigable y acoplándose a sistemas antiguos (y ambientes tan extremos como no tener internet en las instalaciones) puede convertirse en un gran reto. 

Sin el uso adecuado de herramientas tecnológicas, las empresas pueden consumir mucho tiempo etiquetando paquetes, organizando y enrutando despachos; además del tiempo de carga de grandes productos (electrodomésticos). 

Algunas empresas pueden tomarse hasta 2 horas en autorizar a los conductores para salir a ruta, algo que sin duda, resulta en un mal negocio para modelos en donde los conductores esperan máximo 5 minutos en cualquier parada antes de marcar como no entregado y cobrar por esa devolución.

Una solución clave para un mejor proceso de recolección es migrar la creación de rutas, escritas en pizarras o papel (un proceso común de administradores de flotas), al uso de software para optimización, planeamiento  y consolidación de rutas usando datos geo-espaciales. 

En base a nuestra experiencia, se puede reducir hasta 2 horas en el proceso de despacho planificando rutas con antelación o aplicando tecnología de enrutamiento dinámico, mientras arriban las órdenes de compra en una ventana de tiempo específica.