“Soy exigente, planificador y constante”

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La disponibilidad del servicio 7×24 ha sido una de las premisas que han marcado la actividad profesional de Gustavo Molina, gerente de Tecnología de Banco Bolivariano. Conoce muy bien la evolución y crecimiento del sector bancario al que se incorporó como analista de desarrollo, hace más de 30 años,  27 de ellos,  liderando el área de IT.

Mientras aún cursaba el bachillerato en las vacaciones del último año, asistió como oyente  al preuniversitario en la Espol, y aunque tenía previsto estudiar ingeniería electrónica, ingresó a la reciente carrera de Análisis de Sistemas que la complementó con ingeniería comercial y una maestría en Gestión Estratégica.

En un mercado altamente competitivo como el bancario, Molina ha cultivado cualidades innatas que aportaron a poder cumplir los desafíos de un sector muy dinámico, cambiante y que evoluciona constantemente como es el tecnológico. “Soy exigente, planificador y constante”, dice cuando habla de los retos al gestionar tecnología con la visión estratégica de negocio. Su crecimiento y aprendizaje están unidos a los cambios y expansión de la institución financiera.

Pero para Molina, uno de los retos más importantes afrontados es haber participado en dos cambios de Core Bancarios. “Quizás uno los aspectos más complejos que existe en tecnología, es sobrevivir a uno de ellos”, dice con una sonrisa y la satisfacción del deber cumplido.

El día a día de Gustavo Molina esta matizado por una apretada agenda que incluye planificación, elaboración de presupuestos de IT, reuniones estratégicas con Innovación y Procesos y las áreas de dirección, participación en comités estratégicos. Sin duda, una actividad neurálgica, es la valoración y análisis de los servicios críticos del banco y mantener su disponibilidad inmediata para los clientes internos y externos, con el aporte de todos sus colaboradores.

Con una gestión de “oficina abierta” promueve la participación  de sus colaboradores a través de la comunicación directa. En situaciones de incertidumbre  y exigencias “soy tranquilo y trato de ser analítico para buscar  el origen del problema y la solución más práctica para resolverlo de raíz”.

Lidera un equipo que en sus inicios fue de 20 personas, actualmente, debido al incremento de infraestructura y sistemas por el crecimiento del banco, son 126 los colaboradores bajo 6 áreas de responsabilidad.  Sus fortalezas son el resultado de un aprendizaje 360° de colaboradores, colegas e inclusive de sus estudiantes y de cualidades innatas como cabeza fría y lograr dar con soluciones “out of the box”. En esta profesión, dice el ejecutivo,  no es posible quedarse estático.

“He vivido y experimentado distintas tecnologías”, comenta cuando señala los cambios tecnológicos en la banca desde la infraestructura de mainframes a hiperconvergencia, al uso acelerado de servicios de cloud;  el desarrollo de los canales de autoservicios, aplicaciones web, medios de pago electrónicos.

El ejecutivo aún tiene una ruta de proyectos y retos digitales para desarrollar y mejorar los servicios banca en línea y móvil, incorporación de chatbots, RPA, optimización de call center, etc.

Gustavo Molina señala que las mayores alegrías están hechas de esfuerzo y dedicación. Lograr exitosamente el cambio de cores bancarios, culminar un proyecto o producto a tiempo y con altos estándares de calidad, tener la oportunidad de crecer profesionalmente durante todo este tiempo  en un aprendizaje continuo rodeado de valiosos líderes que aportaron a su formación, sumado al apoyo  de su familia.