La tecnología delinea los sistemas de producción

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Por: Deloitte Ecuador

El Foro Económico Mundial, en colaboración con Deloitte Global, plantea escenarios de cómo podrían verse los sistemas alimentarios en 2030. Estos escenarios no son predicciones, pero sí una serie de situaciones que nos lleven a cuestionar suposiciones e ir más allá del «futuro predeterminado» que muchos de nosotros llevamos en nuestras mentes.

Los escenarios: Cuatro posibles “mundos” del futuro

Estos escenarios parten de un cuestionamiento básico ¿Cómo lograr alimentar de forma sostenible a 8.5 mil millones de personas en 2030?

1. La supervivencia de los más ricos: en un mundo de consumo descontrolado de recursos y mercados desconectados, existe una economía global lenta y una dura división entre los «que tienen» y los «que no tienen».

2. Consumo descontrolado: mercados muy conectados y un consumo descontrolado, es el mundo con un alto crecimiento del PIB y con alto costo ambiental.

3. Sostenibilidad de código abierto: un futuro enlace, con mercados altamente conectados y un consumo de recursos eficiente, donde la cooperación internacional se incrementa y la innovación se hace presente. Pero quedan rezagos del pasado.

4. Local es el nuevo global: en un mundo de mercados fragmentados, con un consumo eficiente de recursos, los países se centran en los alimentos locales.

 

Fuerzas de Cambio y Disrupción: La tecnología llega a transformar lo que comemos

La Cuarta Revolución Industrial, tecnologías y otras innovaciones, tienen el potencial de revolucionar los sistemas alimentarios pero traerán nuevos desafíos.

Las innovaciones tecnológicas cambiarán dramáticamente cómo producimos y gestionamos alimentos. Por ejemplo, podrían propiciar enfoques radicalmente nuevos a lo largo de la cadena de valor agrícola y más allá. Por ejemplo, la tecnología podría reinventar las semillas, el big data y las TIC. Además permitir una agricultura más eficiente y climáticamente inteligente.

La robótica podría aumentar las eficiencias en la cosecha y los sensores podrían reducir dramáticamente el desperdicio.

En el transporte, la inteligencia artificial podría revolucionar los modelos de venta al por menor, y la nutrición personalizada podrían remodelar preferencias y comportamientos de los consumidores.

Las tecnologías tomarán una década o dos para cambiar los sistemas de alimentos a mayor escala. Por este motivo, y teniendo en cuenta que muchas de estas tecnologías estarán fuera del alcance de la mayoría de la población mundial, los escenarios demuestran que la tecnología tiene el potencial para exacerbar la desigualdad si no se re direcciona a las necesidades de una población global.