Colombia, Perú y Ecuador avanzan con fuerza hacia la digitalización industrial, y aunque gran parte de sus plantas operan sobre infraestructura heredada, especialistas destacan que este escenario abre una ventana estratégica para impulsar innovaciones que fortalezcan la competitividad de la región en los próximos años.
La transición hacia entornos más conectados y automatizados está en marcha en la región andina. Si bien los sistemas tradicionales no fueron diseñados para la automatización inteligente, su coexistencia con nuevas plataformas digitales está impulsando a las empresas a replantear sus procesos y a emprender proyectos de renovación que habilitan mejoras significativas en eficiencia, calidad y continuidad operativa.
Luisa Gómez, líder en Transformación Industrial de Rockwell Automation, explica que el reto no radica en la falta de tecnologías emergentes, sino en la oportunidad de integrarlas de manera inteligente en entornos que llevan décadas funcionando. “Para algunos, el primer paso es contextualizar sus datos; para otros, actualizar la base instalada o fortalecer la infraestructura de red”, señaló la ejecutiva en el marco de Automation Fair 2025, subrayando que cada industria enfrenta un punto de partida distinto que permite diseñar estrategias personalizadas de crecimiento.
En esta línea, cada vez más compañías reconocen el potencial de la Inteligencia Artificial aplicada, la analítica avanzada y la automatización de procesos. Por ello, la experta señala que el desafío consiste en preparar las bases técnicas que permitan capturar ese valor, por lo que equipos de distintas generaciones, así como sistemas que requieren interoperabilidad y redes, son elementos que deben modernizarse y evolucionar hacia operaciones más resilientes.
Otro punto que destaca la ejecutiva es que integrar infraestructura heredada implica revisar protocolos, actualizar documentación y reorganizar procesos consolidados. Sin embargo, para Gómez, este proceso abre la puerta a nuevas prácticas operativas y a la posibilidad de construir capacidades digitales más robustas. “Cada cliente está en una etapa distinta y requiere un roadmap a la medida”, afirmó, enfatizando que la diversidad del ecosistema industrial latinoamericano es precisamente lo que permite soluciones flexibles y progresivas. También sostiene que existe un desafío económico, ya que modernizar equipos exige una inversión importante; sin embargo, la región comienza a reconocer que posponer estas actualizaciones puede limitar tanto la productividad como el aprovechamiento de datos.
“Superar los silos de información y generar contexto adecuado permitirá tomar decisiones más oportunas y avanzar hacia una industria más competitiva y conectada”,
El futuro industrial de la región dependerá de su capacidad para combinar innovación tecnológica con la revitalización de sus bases operativas. “Adaptar el pasado permitirá habilitar la eficiencia y competitividad del mañana”, concluyó Gómez, recordando que América Latina cuenta con una oportunidad única para acelerar su desarrollo industrial a partir de su propia transformación, agregó la especialista.