El síndrome de burnout continúa presente en el entorno laboral ecuatoriano, aunque con una ligera disminución respecto al año anterior. Así lo revela el estudio Burnout 2025, elaborado por Multitrabajos, portal de empleo que analizó la percepción de 2.750 personas trabajadoras y especialistas en Recursos Humanos de Ecuador, Argentina, Chile, Panamá y Perú.
Una reducción leve, pero persistente
El informe señala que el 75% de las personas trabajadoras en Ecuador afirma experimentar burnout, tres puntos porcentuales menos que en 2024. La tendencia también se refleja desde la mirada de los especialistas en RR.HH.:
el 78% reporta casos de agotamiento laboral, una baja de 12 puntos porcentuales frente al estudio anterior.
En 2024, el 78% de los talentos decía sentir burnout, mientras que el 90% de las organizaciones reportaba casos desde las áreas de recursos humanos. Aunque las cifras actuales son menores, el desgaste sigue siendo alto. Pese a los niveles elevados, Ecuador vuelve a ubicarse como el país con menor proporción de talentos afectados dentro de la muestra regional:
- Argentina: 92%
- Chile: 89%
- Panamá: 79%
- Perú: 78%
- Ecuador: 75%
Esta posición ya se había registrado en 2024 (78%) y en 2023 (79%).
Aun así, el 88% de los ecuatorianos afirma sentirse más agotado que el año anterior, una tendencia que sube respecto a 2024 (85%) y se acerca a los niveles de 2022 (83%) y 2023 (89%).
Cuando se profundiza en los síntomas, las respuestas muestran tres manifestaciones principales:
- 45%: agotamiento extremo o falta de energía.
- 29%: negativismo o cinismo hacia el trabajo.
- 29%: presencia combinada de todos los síntomas.
- 20%: afirma no tener señales de burnout.
El estudio también destaca que 7 de cada 10 talentos sintió estrés en el último año. Otros efectos mencionados son:
- Desmotivación (58%)
- Aumento de presión laboral (40%)
- Agotamiento (34%)
- Falta de tiempo personal (34%)
Sobrecarga y presión, causas frecuentes
Entre las razones que los talentos asocian con su desgaste:
- 25%: sobrecarga de trabajo
- 23%: trato de superiores
- 20%: presión laboral
La extensión de la jornada también influye. El 65% trabaja más allá de su horario, y un 23% supera las 50 horas semanales.
Cómo responden las personas afectadas
El 21% no realiza actividades para aliviar el agotamiento. En contraste, el 79% sí intenta incorporar prácticas de bienestar:
- 28%: ejercicio o actividades de relajación
- 21%: actividades recreativas
- 13%: contacto con familiares y amigos
- 9%: desconexión digital fuera del horario
- 5%: rutinas para reducir incertidumbre
Frente a la posibilidad de cambiar su situación, el 63% considera cambiar de empleo.
Lo que ven los especialistas en RR.HH.
Los expertos también refuerzan el panorama:
casi 8 de cada 10 detectan agotamiento en sus organizaciones.
Según los especialistas, los síntomas más visibles son:
- 55%: cansancio crónico
- 52%: desinterés y menor rendimiento
- 52%: irritabilidad o aislamiento
Además, el 58% confirma que los talentos sí acuden a RR.HH. para manifestar estos malestares.
Acciones limitadas dentro de las organizaciones
Aunque hay más conciencia que en años previos, el 68% de las organizaciones no implementa estrategias preventivas.
Cuando sí se actúa, las medidas más mencionadas son:
- 35%: apoyo emocional
- 29%: programas de bienestar laboral
- 23%: trabajo flexible
Entre las instituciones que cuentan con estrategias consolidadas, destacan:
- 56%: programas de bienestar emocional
- 22%: supervisión continua
- 22%: acceso a asesoría o terapia
- 22%: revisión periódica de cargas laborales
Impacto en la productividad
Para el 70% de los especialistas, el burnout reduce la calidad del trabajo. También afecta:
- Compromiso organizacional: 50%
- Rotación de personal: 43%
- Pérdida de talento: 43%
Un desafío para la gestión del talento
Aunque las cifras muestran avances respecto a 2024, el estudio evidencia que el burnout sigue siendo un problema sostenido. La carga laboral, la falta de desconexión y una limitada cultura de prevención mantienen un nivel de agotamiento que impacta el rendimiento y la estabilidad del talento.
El reto, como señala el informe, es construir entornos donde bienestar y productividad convivan con políticas claras, contención emocional y modelos de trabajo que prioricen la salud laboral.