Gabriel Antelo, VP de Tecnología de Globant Enterprise AI.
La inversión global en inteligencia artificial aplicada al sector bancario superará los 40.000 millones de dólares en 2025 y podría alcanzar los 81.000 millones en 2028, con un crecimiento anual del 27 %, según proyecciones del mercado. Este contexto representa una oportunidad concreta para que las instituciones financieras ecuatorianas aceleren su transformación, implementando en meses procesos que antes requerían años de desarrollo.
El sector bancario está al borde de una aceleración sin precedentes, impulsada por agentes inteligentes basados en inteligencia artificial. Estas tecnologías están transformando la automatización tradicional, permitiendo a los bancos operar con mayor rapidez, precisión y adaptabilidad.
A diferencia de los sistemas que se basan en reglas fijas y supervisión constante, los agentes inteligentes funcionan mediante workflows agénticos: flujos de trabajo autónomos, orientados a objetivos, que evolucionan continuamente a través de ciclos de percepción, análisis, acción y aprendizaje. Esto permite una automatización dinámica que se ajusta al contexto operativo en tiempo real.
Esta capacidad se traduce en tres mecanismos fundamentales:
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Descomposición de procesos complejos: los agentes identifican tareas específicas dentro de procesos bancarios más amplios y las gestionan simultáneamente. Un ejemplo claro es la evaluación crediticia, que puede completarse en minutos, integrando la verificación documental, el análisis de riesgo y la aprobación en una sola secuencia automatizada.
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Memoria y contexto: los agentes recuerdan el estado de cada interacción y proceso, eliminando la necesidad de reiniciar gestiones y mejorando la continuidad operativa.
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Colaboración especializada: distintos agentes pueden asumir roles específicos (normativa, desarrollo, pruebas) y trabajar en conjunto para desarrollar soluciones alineadas desde el inicio con los requisitos regulatorios, reduciendo los ciclos de ajuste y asegurando cumplimiento desde la concepción de cada proyecto.
Otro ámbito transformador es la modernización de sistemas legacy. Los agentes inteligentes permiten migrar estos entornos heredados a nuevas plataformas en cinco etapas: análisis del código existente, documentación automatizada, generación de prototipos modernos, desarrollo de nuevos componentes adaptados y validación funcional con pruebas automatizadas.
Además, los agentes están presentes en múltiples dimensiones del negocio: desde asistentes virtuales que ofrecen información financiera personalizada y ayudan en la planificación, hasta automatización de procesos como la resolución de disputas por tarjetas de crédito, donde clasifican problemas, recopilan la documentación necesaria y gestionan los casos de forma más ágil.
El avance de estas tecnologías abre un camino real y accesible para que la banca acelere su operación, mejore la experiencia del cliente y optimice recursos sin depender exclusivamente de capacidades técnicas avanzadas. La automatización inteligente ya no es una promesa futura: es una herramienta concreta para transformar el presente del sector financiero.