Agilidad en el desarrollo de soluciones y aplicaciones en los departamentos de IT.

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Por Tannya Naranjo, Líder de IT  de Ecuatran.

El área de IT se ha convertido en un socio estratégico de las áreas operativas, alineando los proyec30tos de desarrollo con los objetivos del negocio para ofrecer soluciones tecnológicas que impulsen el crecimiento y mejoren la eficiencia operativa. Esta colaboración permite que el desarrollo de software se oriente de manera más ágil hacia las necesidades específicas de cada proceso. 

El desarrollo de software en empresas no tecnológicas ha evolucionado. Anteriormente, el rol de IT se limitaba a ofrecer soporte operativo; sin embargo, hoy en día, el desarrollo in-house permite una mayor adaptabilidad de las aplicaciones a los procesos internos, ajustándolos rápidamente a los cambios y necesidades del negocio. 

La adopción de metodologías ágiles ha sido clave para lograr ciclos de desarrollo más rápidos y flexibles. Estas metodologías permiten que los equipos de IT trabajen de manera colaborativa, adaptándose a las prioridades del negocio y respondiendo a los desafíos operativos con soluciones alineadas con los objetivos estratégicos de la organización. 

Según la naturaleza de cada proyecto, el área de IT trabaja en proyectos de corto o largo plazo. En los proyectos de corto plazo, colaboramos directamente con las áreas involucradas para determinar el tiempo de resolución y evaluar si es necesario implementar nuevas herramientas o si las existentes son suficientes. En estos casos, el desarrollo in-house nos permite una respuesta ágil a las necesidades inmediatas, facilitando ajustes rápidos. 

Para los proyectos de largo plazo, utilizamos herramientas como Jira y adoptamos metodologías ágiles como Scrum y Kanban para gestionar el desarrollo de aplicaciones. Estas metodologías nos permiten mantener una colaboración constante con las áreas operativas y priorizar tareas. 

La planificación se realiza utilizando nuestra herramienta, lo que nos permite priorizar cada proyecto según su impacto en la organización. De esta manera, elegimos las iniciativas que mejor se ajustan a las necesidades estratégicas y operativas, asegurando que los recursos de IT se enfoquen en soluciones que aporten el mayor valor posible. 

La incorporación de DevSecOps ha sido un punto de inflexión en la forma de operar de los equipos de IT. Antes, los equipos de desarrollo y operaciones trabajaban de manera bastante independiente, lo que a menudo generaba cuellos de botella durante los despliegues y la gestión de la infraestructura. Con la adopción de esta metodología, se ha logrado una integración más fluida y una mayor agilidad en el desarrollo de soluciones, con una colaboración más estrecha entre desarrollo y operaciones. 

Las plataformas Low-code/No-code también están acelerando el tiempo de desarrollo de aplicaciones. Herramientas como Microsoft Power Apps, AppSheet y Jira facilitan la interacción de los usuarios con las plataformas y les permiten manejarse con mayor simplicidad. Estas soluciones son accesibles, no muy costosas, y ofrecen múltiples beneficios para la organización. Gracias a ellas, se crea una mayor colaboración entre el área de IT y otras áreas, permitiendo que los usuarios desarrollen sus propias soluciones de acuerdo con sus necesidades específicas. Esto reduce la carga de trabajo del equipo de IT, liberando tiempo para que se concentre en proyectos de mayor impacto y complejidad. 

Aunque es importante considerar que, en el desarrollo de soluciones y aplicaciones, es recomendable contar con un líder que sirva de conexión para implementar soluciones que respondan a las necesidades de la organización. Este rol facilita la coordinación y la transferencia de conocimientos. 

En el desarrollo ágil de soluciones y aplicaciones, los departamentos de IT deben considerar varias prácticas, como definir una metodología ágil que guíe la gestión de los proyectos, como Scrum o Kanban. Estas metodologías permiten organizar tareas y facilitar la respuesta rápida a cambios, asegurando que el equipo de desarrollo pueda adaptarse a las prioridades del negocio. Además, es fundamental contar con políticas de cumplimiento que ayuden a coordinar el trabajo entre IT y otros departamentos de la empresa, así como un seguimiento continuo y fomentar la comunicación para ajustar procesos y mejorar la calidad de las soluciones.