Adaptabilidad y liderazgo en la gestión de soluciones TIC

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Por Xavier Naranjo, Director Corporativo Digital y TI, Corporación de Promoción Universitaria.

El rol del CIO en la gestión de soluciones TIC es estratégico y protagónico, convirtiéndose en una pieza clave para guiar a la organización en su Journey Tecnológico y Digital. Este liderazgo requiere un enfoque 360 grados, para equilibrar diversas responsabilidades. No se limita solo a liderar las operaciones tecnológicas de una empresa; su responsabilidad es mucho más amplia y estratégica. Estos líderes tienen el desafío de conectar la tecnología con los objetivos de negocio, asegurándose de que áreas como la ciberseguridad y la gestión de datos estén alineadas con la visión corporativa. No se trata solo de implementar sistemas; su función es liderar la innovación, probando nuevas herramientas en proyectos pequeños, aprendiendo rápidamente y escalando hacia iniciativas más grandes. Cada paso debe responder a las necesidades del negocio: satisfacción del cliente, cumplimiento normativo, y seguridad de los datos. 

Mantener las operaciones tecnológicas estables, ágiles y seguras es parte del trabajo, al igual que gestionar la complejidad de sistemas heredados y nuevos. También deben anticiparse a los riesgos, garantizar un plan de acción y ser capaces de responder rápidamente a cualquier amenaza. 

Al diseñar una estrategia de adopción de software, es esencial que esta sea flexible, respondiendo con rapidez a los desafíos del entorno sin perder de vista la innovación ni la estabilidad operativa 

Además, estar alineado con los objetivos empresariales, necesidades tecnológicas y la cultura organizacional. El éxito no depende solo de seleccionar una solución; factores como la capacitación del personal, la gestión del cambio y un mapa de procesos actualizado también son indispensables para una implementación efectiva. 

También es esencial involucrar a los colaboradores y fomentar la innovación empresarial y en términos de retorno de inversión (ROI), la adopción de software debe generar beneficios tangibles y, además, mejorar la experiencia del usuario (UX), que, hoy en día, es uno de los factores más críticos de éxito. 

Con esta visión clara, el CIO guía a la organización hacia el modelo de software más adecuado. Esto implica evaluar si es mejor optar por una solución SaaS o desarrollar una in-house. En caso de optar por la segunda opción, se requiere revisar los costos asociados, tanto vigentes como históricos, para medir el impacto financiero y operativo. 

En mi experiencia, prefiero explorar primero las alternativas SaaS, ya que ofrecen múltiples beneficios. No solo simplifican la gestión de IT, sino que facilitan la adopción por parte del negocio, especialmente desde una perspectiva financiera. 

Uno de los grandes beneficios de SaaS es su capacidad para gestionar de manera eficiente los tiempos de implementación. Su flexibilidad, escalabilidad y seguridad lo convierten en un aliado natural para las organizaciones que buscan mantenerse competitivas. 

Combinado con tecnologías emergentes como la nube, inteligencia artificial (AI) y business intelligence (BI), SaaS permite crear una arquitectura tecnológica sólida y adaptable que apoya los procesos del negocio, respondiendo con agilidad a las necesidades del mercado. 

En la adopción de soluciones TIC, no se trata de elegir entre “primero hardware” o “primero software”. Lo principal es centrarse en las necesidades del negocio. La tecnología es un medio para alcanzar los objetivos empresariales. Primero se analiza el negocio, luego los procesos que deben mejorarse, y finalmente, se define qué solución tecnológica, hardware o software, es la más adecuada. Entonces el enfoque siempre vendrá determinado por “primero el negocio” y definir la mejor estrategia para adoptar y gestionar las tecnologías, siempre priorizando las necesidades del negocio y los procesos a optimizar.