Por: Daniel Villa Camacho, CEO de Double V Partners.
En la actualidad, las empresas que desarrollan software, ya sea para uso interno o para clientes externos, se enfrentan a un reto fundamental en el contexto de la transformación digital y el trabajo a distancia: cómo evaluar de manera efectiva el desempeño de sus equipos de desarrollo y detectar a aquellos profesionales con habilidades excepcionales que merecen ser reconocidos y ascendidos dentro de la organización.
Un enfoque basado en datos puede asegurar que los equipos no solo se mantengan alineados con los objetivos estratégicos, sino que también se enfoquen en métricas específicas y transparentes que fomenten el cambio y la acción individual.
Una de las herramientas clave para lograr este objetivo es el concepto de rendimiento neto, basado en comparar la productividad semanal de cada colaborador en función de su seniority, su historial de desempeño y sus propias habilidades. Cada persona compite cada semana contra su propia media, lo que crea un ambiente de transparencia, justicia y desafío constante.
El rendimiento neto además de ser una política empresarial que no solo mide la productividad y eficiencia de los desarrolladores, también fomenta su desarrollo personal y profesional y proporciona visibilidad a la empresa sobre el talento que merece ser promovido y reconocido. Los profesionales excepcionales buscan más que solo un salario competitivo; desean oportunidades de reconocimiento, crecimiento y desarrollo personal, lo que les permite asumir mayores responsabilidades dentro de la organización.
Algunos de los componentes clave que permiten evaluar y hacer un seguimiento del rendimiento neto incluye:
- Expectativas de entrega por nivel: en este aspecto, se fijan metas semanales o por períodos breves de tiempo basadas en el nivel del colaborador, especificando lo que se espera en términos de cantidad y calidad del trabajo. Estos propósitos, alineados con prácticas ágiles, fomentan la superación personal. Las metas de cada persona son distintas y se asignan según una curva de productividad que es pública para todos.
- Calidad y cumplimiento de plazos: a través de la utilización de herramientas de gestión de proyectos y análisis de datos, se asegura que las entregas cumplan con los estándares de calidad y se realicen a tiempo. La puntualidad y la calidad son esenciales para alcanzar los objetivos estratégicos y satisfacer a los clientes.
- Criterios de ascenso claros: cada persona puede ver de manera transparente en qué nivel se encuentra y qué se requiere para alcanzar el siguiente, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo. Cada uno tiene su propio “handicap” y, para poder subir de nivel y aumentar su remuneración, debe mejorar esa ventaja de manera sostenida y aplicar a un ascenso basado en datos históricos de su desempeño. Con este enfoque, una persona puede ascender múltiples veces en el año, lo que convierte esta política en una situación donde todos ganan.
El análisis de estos elementos permite detectar a los colaboradores que destacan de manera constante en sus funciones. Este enfoque basado en datos no sólo pone de relieve el rendimiento sobresaliente, sino que también ayuda a identificar áreas de mejora y carencias de talento, lo que orienta la estrategia de desarrollo de la empresa.
Aunque el rendimiento neto ofrece múltiples beneficios, no es un sistema infalible, ya que su efectividad depende de la calidad de los datos utilizados. Por tal razón, es esencial que la información sea precisa y relevante para asegurar evaluaciones justas y competitivas. En este sentido, la transparencia y la comunicación son clave, ya que los colaboradores deben entender cómo se mide su desempeño y cómo se utilizan los datos en la toma de decisiones, lo que fomenta la confianza y el compromiso, elementos vitales para el éxito de cualquier estrategia de desarrollo de talento.
El enfoque en la medición del rendimiento y el desarrollo del talento tech se ha convertido en un pilar fundamental para la estrategia de crecimiento de las organizaciones. Al centrarse en datos objetivos y en la creación de un ambiente de trabajo que valore y promueva a los mejores, están construyendo un equipo que no solo es altamente competente, sino también profundamente comprometido con su misión. Una fórmula que sirve para identificar y nutrir a los líderes del mañana.