El Ordeño, estrategia progresiva hacia la nube

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La implementación de herramientas y tecnología es una decisión basada en conocer el negocio, sus necesidades y una estrategia de adopción. Sebastián Espín, Jefe de Sistemas de El Ordeño, señala que el rol del área de IT en una organización implica asesorar y liderar la adopción de tecnología que asegure la operatividad y seguridad, así también colaborar estrechamente con la alta dirección para lograr los objetivos organizacionales.

Sebastián Espín comenta que, al igual que la mayoría de las empresas, contaban con un data center, varios servidores físicos y virtualizados, y almacenamiento para tener respaldos. Con esta infraestructura, el reto siempre giraba en torno a la disponibilidad de todos los servicios operativos ante cualquier eventualidad, lo que incluía la planificación de mantenimientos fuera del horario laboral, la contratación de garantías extendidas, generadores de luz y un esquema de equipos redundantes.

Sin embargo, en 2017, la compañía decidió innovar y migró a SAP S/4HANA. Este fue el momento propicio para definir una estrategia de nube pues su implementación, comenta Sebastián Espín, exigía contar con equipos certificados, es decir, que hayan pasado las pruebas de funcionalidad tanto en disponibilidad de memoria, disco, rendimiento, etc.  Con los resultados positivos de implementación del ERP en la nube, la estrategia fue que todos los servicios, por ejemplo, las aplicaciones móviles, servicios internos, web, etc. que se adoptan para la compañía son en la nube.

Al momento, el 80% de todos los servicios de El Ordeño está en la nube, aunque también cuentan con servidores físicos. Sebastián Espín, señaló que para garantizar la operación tienen distribuidos los servicios del ERP en la nube de Google Cloud Platform y en AWS de Amazon, los servicios de soporte, desarrollo, entre otros.

Para Sebastián Espín, el funcionamiento de ambas plataformas ha sido transparente y eficiente, sin inconvenientes que destacar. “Por encima del proveedor de nube que utilicemos, nuestro enfoque primordial es asegurar la disponibilidad del servicio.”

Espín menciona que para migrar a la nube realizaron una evaluación de la infraestructura existente, determinaron las necesidades y requerimientos. Además, las recomendaciones del software y la exigencia de ciertos sistemas de utilizar equipos certificados como las guías de requerimiento para ser más preciso en su búsqueda.

Además, se tuvo en cuenta una planificación con las áreas afectadas. «Trabajar en una lista de validación nos ha ayudado a confirmar que todos los servicios estén operativos. Realizar validaciones de seguridad, pruebas de conexión, compatibilidad y ejecución antes de la migración final es siempre recomendado pues es más fácil corregir y ajustar en un ambiente controlado que en producción,» menciona Espín.

Los principales desafíos que enfrentaron al integrar la nueva infraestructura con los sistemas existentes, según Sebastián Espín, se debieron a la transición de servidores físicos a la nube. «Estamos acostumbrados a ver nuestros servidores físicos y tener la seguridad de que nuestros sistemas e información están ahí. Al migrar a la nube, existe una percepción de inseguridad, ya que solo vamos a ver nuestros servicios a través de una consola mientras los servidores están a miles de kilómetros. Este escenario de no ver físicamente los servidores puede generar desconfianza. Sin embargo, llevamos años con esta arquitectura y realmente es muy estable y segura. Hasta el momento, no recuerdo un evento de indisponibilidad que nos haga dudar de tener los servicios en la nube,» explicó Espín.

Para Sebastián Espín, la capacitación ha sido vital para poder usar la nube y es un desafío constante, ya que continuamente surgen nuevos y mejores servicios que nos exigen estar al tanto y ver cómo podemos sacarles el mejor provecho,» señala Espín.

El mayor de los beneficios ha sido la continuidad. Por ejemplo, a pesar de los problemas de corte de energía que se dieron en el país, al tener nuestros servicios en la nube no hemos sufrido interrupciones ni daños en los equipos. Todos podemos seguir trabajando sin problemas, y los usuarios pueden moverse a distintos lugares con la seguridad de que tendrán acceso a todos los sistemas y todo esto nos hace más productivos.

El objetivo del área de IT de El Ordeño es optimizar los recursos y la tecnología con la que cuentan, enfocándose en costos, velocidad y seguridad. Además, buscan seguir viendo a la nube como una herramienta útil para ofrecer más y mejores servicios digitales.

Algunos servicios y aplicaciones como RPA, dataware house y soporte están on premise, y al momento, no ven como una necesidad inmediata pasarlo a la nube. El road map a mediano y largo plazo es sacar provecho a la nube sobre todo en los servicios de digitalización de analítica y Big data.

Luego de 7 años de uso de la nube, Sebastián Espín menciona algunas estrategias para gestionar y ajustar los costos en la administración de la nube y evitar costos ocultos. “Hemos establecido presupuestos claros en las plataformas utilizadas. Manejamos umbrales para el uso de memoria y discos, y recibimos alertas cuando se alcanzan estos umbrales”.

Además, gestionan y programan los servicios y equipos de desarrollo en la nube de manera eficiente. “Cuando no se están utilizando, optamos por apagar estos servicios, y solo los encendemos cuando es necesario realizar pruebas o moverlos a producción”.