Por: Alfonso Jiménez, Huawei Cloud Latin America Marketing & Strategy Director.
En la nueva economía digital e hiperconectada, las empresas aprovechan los recursos elásticos bajo demanda y maximizan el uso de diversas opciones de cómputo administradas por un hyperscaler. La digitalización de servicios y la interacción digital forman parte de las estrategias de todas las industrias y empresas. En este contexto, la nube se convierte en un pilar fundamental para habilitar estos servicios sin la necesidad de realizar grandes inversiones anuales en hardware, software, licencias y talento humano. Gracias al modelo de uso por demanda y temporalidad, las empresas pueden adaptar sus recursos según el tipo de cliente o usuario, optimizando costos y eficiencia.
Una de las industrias de mayor crecimiento en la región, es la subcontratación de procesos de negocio, o BPO, Business Process Outsourcing, que incluyen servicios de atención al cliente, centros de soporte, atención al cliente, servicios y garantías. Gracias a la digitalización, la atención es global y la nube permite gestionar llamadas, almacenar grabaciones y procesar grandes volúmenes de datos. Las empresas de BPO pueden escalar rápidamente sus operaciones según la demanda, ofrecer servicios 24/7 y atender a clientes en diferentes zonas horarias y utilizar escritorios virtuales y aplicaciones de colaboración en tiempo real. Además, la integración de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, machine learning y big data analytics.
Las organizaciones están migrando sus aplicaciones a la nube, enfocándose en soluciones «nacidas para la nube» y alineándose con tendencias globales de Cloud 2.0 y XaaS (todo como servicio), facilitando la integración de tecnologías emergentes como big data, analítica, inteligencia artificial y machine learning, las cuales serían difíciles de implementar en una infraestructura tradicional.
El mercado, la industria y el consumidor están en un proceso de maduración. En las primeras fases de adopción de la nube, las cargas de trabajo y los contratos solían establecerse con un único proveedor. Sin embargo, los tomadores de decisiones ahora evalúan diferentes opciones en el mercado, considerando múltiples proveedores de nube para optimizar sus recursos y estrategias. Además, analizan los aspectos regulatorios que cada industria debe seguir en cuanto al manejo, gestión y seguridad de la información.
Atendiendo a las particularidades de cada organización, las estrategias multinube buscan eficientar la operación de las empresas. Uno de los principales beneficios de una arquitectura multinube es disminuir la dependencia de un solo proveedor. Sin embargo, cuando se implementan esquemas multinube, se consideran otros aspectos críticos, como la ocurrencia de fenómenos naturales. En Latinoamérica, una región con un alto potencial de riesgos relacionados con fenómenos naturales y climáticos, una estrategia multinube ofrece una solución resiliente. Al distribuir las cargas de trabajo y los recursos entre múltiples proveedores, las empresas pueden asegurar la continuidad de sus operaciones incluso en situaciones de crisis. La multinube es una estrategia que ayuda a mitigar riesgos, mejorar costos, balancear cargas en situaciones de contingencia y obtener las mejores prestaciones de los proveedores del mercado.
De manera general, migrar a la nube es una decisión estratégica que puede transformar la operación y eficiencia de una empresa. Sin embargo, esta transición requiere una planificación cuidadosa y una evaluación exhaustiva de varios factores. Un assessment completo de la situación actual de la infraestructura considerando un análisis de las aplicaciones existentes, la naturaleza de las bases de datos, el código fuente de las aplicaciones desarrolladas internamente, así como las aplicaciones comerciales utilizadas.
También se necesita identificar las plataformas sobre las que corren estos datos y determinar si las aplicaciones corren en un único sistema operativo o en varios, así como evaluar las plataformas de comercio electrónico y otros sistemas críticos.
Es importante trabajar en modelos de decisión dentro de la estrategia empresarial que permita desarrollar prioridades, definir tiempos y ventanas de migración, y decidir con qué aplicaciones se puede iniciar el proceso de migración. También hay que tomar en cuenta una estrategia a largo plazo que identifique el potencial de crecimiento y los servicios que se quieren llevar a la nube, esto significa dejar de pensar en la infraestructura on premise sino en servicios que puedan gestionarse desde la nube como plataformas de comercio electrónico, casos de uso con IA explotar grandes volúmenes de datos con analítica y aprendizaje automatizado.
Después de la evaluación inicial, se deben desarrollar estrategias específicas para la migración desde decidir qué aplicaciones migrar primero y establecer una estrategia para después de la migración inicial.
La migración a la nube ofrece una oportunidad para las PYMEs en América Latina, permitiéndoles acceder a tecnologías avanzadas y mejorar su competitividad. Sin embargo, hay que superar uno de los retos que enfrentamos en la región y es el déficit de profesionales con las habilidades necesarias en áreas clave como la ciberseguridad, la ciencia de datos y la ingeniería certificada en tecnologías de la nube. Esta escasez de talento especializado limita la capacidad de las empresas para adoptar y maximizar el uso de tecnologías emergentes.
Superar este y otros retos asociados requiere un enfoque integral que incluya educación, incentivos, colaboración y mejoras en la infraestructura. Al abordar estos desafíos, la región puede acelerar su transformación digital y alinearse con las tendencias globales.