Por: Sebastián Pérez, Vicepresidente regional de ecosistemas, BPC.
La digitalización ha desencadenado una transformación radical. Así como la “Fuerza” en la conocida franquicia “Star Wars” impulsa la vida en el cosmos, el IoT ha cambiado por completo el comportamiento del consumidor, las operaciones de las instituciones financieras y la forma en que se realizan los pagos. La automatización y la expansión de servicios digitales se han convertido en los pilares para optimizar las operaciones y mantener la relevancia en un universo interconectado.
Una vez más, comparando nuestra situación con la conocida franquicia, existe “El Lado Oscuro”, y en el ámbito digital, este es el ciberfraude. Esta creciente amenaza desafía a la industria, socavando la confianza en los nuevos servicios y reduciendo la velocidad de penetración financiera digital entre las masas. Para fomentar la inclusión financiera, es crucial construir y mantener la confianza, esa fuerza invisible que amplía el acceso a los servicios financieros a poblaciones previamente desatendidas o marginadas. Sin embargo, la confianza puede verse oscurecida por incidentes de fraude y problemas de ciberseguridad.
De acuerdo con la guía “Anatomía del Estafador 2024”, publicada este año por BPC, para elevar la bandera de la inclusión financiera y la confianza de los usuarios en las plataformas digitales, es imperativo invertir en escudos defensivos de prevención de fraudes, transparencia en las operaciones y una rápida respuesta ante incidentes de fraude. Este esfuerzo debe ir acompañado de la educación de los habitantes sobre cómo protegerse y qué esperar de un servicio seguro.
Para mantener los modelos actualizados y estar un paso adelante de los defraudadores, las instituciones financieras, que operan con grandes cantidades de información que requerirían un tiempo valioso para configurar, optan por soluciones de gestión de fraude SaaS que habilitan evaluaciones de riesgos como el Análisis de Enlaces Automatizado. Este conecta los puntos ocultos que se pasan por alto fácilmente mediante análisis manuales. Las relaciones entre entidades legales, números de teléfono, direcciones, beneficiario final, empresas y otros datos relevantes se descubren automáticamente. Esto permite a los investigadores de riesgos visualizar las conexiones entre grandes cantidades de datos que ingresan al sistema. Como resultado, se mejora y agiliza la toma de decisiones, especialmente al investigar fraudes de seguros y esquemas de lavado de dinero altamente complejos.
Aunque la IA generativa es una moneda de dos caras, la mejor defensa es una buena ofensiva. Invertir en tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, es esencial para detectar patrones de fraude y prevenir ciberataques antes de que ocurran. Las soluciones modernas construidas con algoritmos de aprendizaje automático permiten procesar grandes cantidades de datos en segundos, aprendiendo de los resultados históricos y prediciendo futuros fraudes con datos recientes. Además, las soluciones de gestión de riesgos deben ir de la mano con programas de capacitación continua, asegurando que el personal esté siempre alerta ante las últimas amenazas y estrategias de mitigación.
Adicionalmente, las empresas eligen socios de SaaS porque, generalmente, ya cumplen con todos los estándares y certificaciones, como PCI, PSD2 o, por ejemplo, el próximo PSD3 en Europa. Estos servicios incluyen el cumplimiento de regulaciones locales y certificaciones integradas, eliminando la necesidad de que las instituciones financieras se preocupen o gasten recursos adicionales en ello.
La colaboración entre diferentes entidades financieras y tecnológicas es aún más relevante en el escenario actual, donde compartir información y mejores prácticas fortalece la defensa contra el fraude, creando un frente unido que es mucho más difícil de penetrar para los ciberdelincuentes.
La guía “Anatomía del Estafador 2024” puede ayudarnos a aclarar las tácticas y los canales que los estafadores actuales utilizan para engañar a sus víctimas. Asimismo, destaca la importancia del monitoreo en tiempo real y el uso de modelos de validación avanzados para evaluar y responder a las transacciones. Estas soluciones no solo protegen a las instituciones financieras, sino que también garantizan a los usuarios una experiencia segura y confiable, impulsando así la inclusión financiera.
“Que la Fuerza Nos Acompañe”