Por José Luis Fernández, Gerente de Tecnología para Latam en Kingston Technology
A medida que la transición hacia la nueva tecnología de memoria DDR5 continúa su curso, siempre es interesante detenerse y reflexionar sobre el viejo dilema: qué configuración necesita mi pc o laptop para un desempeño adecuado en estos tiempos modernos.
Abundan los refranes y mitos acerca de que los nuevos sistemas operativos y aplicaciones siempre expanden su demanda de memoria hasta ocupar toda la disponible, o los memes del navegador Chrome comiendo memoria como un pacman. Hay algo de cierto en todo esto: Los recursos disponibles para el usuario promedio de una computadora van siempre en aumento, así como la calidad de los materiales que se manejan, y la capacidad de multitarea, apuntando siempre a un aumento de la productividad. El ejemplo más claro, por supuesto, la infinidad de nuevas aplicaciones que usan IA.
Siempre hay que recordar que el rendimiento en cualquier computadora dependerá del delicado balance entre los tres componentes fundamentales que son: 1) el procesador, 2) la memoria y 3) el almacenamiento. Los procesadores siguen en su eterna carrera por agregar más núcleos corriendo a más Ghz y con capacidades de cómputo paralelo. El almacenamiento está en una etapa dorada ofreciendo capacidades de hasta 4 TB y velocidades increíbles a precios relativamente accesibles, con una relación precio rendimiento inmejorable.
¿Y qué hay de la memoria? ¿Cuáles son las novedades? ¿Cuánta realmente necesito para mis necesidades?
Justo cuando los usuarios se estaban acostumbrando a pedir 16 GB de memoria como estándar, Hay que darles un cachetazo de realidad: 16 GB es actualmente el absoluto mínimo, y hasta empieza a ser insuficiente incluso para usuarios de oficina. La cantidad de herramientas de software que tenemos a nuestra disposición hoy sigue en aumento, y la verdad es que posibilitan alta productividad y mejor trabajo en equipo. Programas como MS Teams sumado a toda la suite de Office, Zoom, y el navegador con docenas de pestañas abiertas que son costumbre para casi todos los usuarios. La normalidad hoy es que un equipo o laptop estándar que tenga 2 slots de memoria puede llegar hasta los 64 GB de memoria, y no falta mucho para que incluso ese límite sea traspasado.
Es fundamental entender que cuando se compra un nuevo equipo, se hace pensando en un horizonte de uso promedio de cinco años, e inevitablemente se está obligado a revisar y actualizar la configuración con la cual se adquirió. Al menos en memoria y almacenamiento. Una buena práctica es verificar que el equipo sea expandible antes de comprarlo, ya que hoy día son comunes aquellos que vienen con toda la memoria soldada y no se pueden expandir obligándote a cambiar el equipo mucho antes de lo necesario.
La otra novedad, es que en el mundo de DDR5, comienzan a aparecer capacidades no convencionales, fruto de una nueva tecnología de chips de 24 gbits que permite fabricar módulos de 12, 24 y 48 GB llamados “no binarios” (se salen de las capacidades estándar a las que estamos acostumbrados). Estos nuevos módulos nos darán toda la flexibilidad para poder ajustar a gusto la capacidad de memoria de nuestro equipo. Configuraciones de 24, 40GB y muchas más ahora son posibles, e incluso en las placas madres de escritorio se puede llevar la memoria máxima hasta 192 GB (4 módulos de 48 GB) Expandiendo de esta forma los límites a los que se puede llevar un pc convencional.
Entonces… ¿Cuánta memoria necesito?
Si lo que se compra es un nuevo equipo, lo ideal es que arrancar con más de 16 GB. Pueden ser 24 GB o 32 GB e ir subiendo desde ahí a medida que nos adentramos en el mundo profesional o de alto rendimiento.
Si el presupuesto no permite más de 16 GB por ahora entonces se debe asegurar la opción de expandir a futuro, porque sin duda es algo que se necesitará. Sobre todo cuando nos estamos adentrando en el nuevo mundo de los asistentes de IA, y la tendencia dice que todos en un futuro cercano vamos a correr estas aplicaciones en modo local.
¿Y qué pasa con la velocidad?
Si todavía se es usuario de DDR4, 3200 MT/s es el estándar que funcionará en cualquier equipo relativamente nuevo. Ya del lado de DDR5, arrancamos desde los 4800 MT/s, aunque la última generación de procesadores está popularizando 5600 MT/s como estándar. Y desde ahí hasta el infinito y más allá: ¡hoy se consiguen 6000 y 6400 MT/s y el tope de línea está empujando los 8000 MT/s!
Es importarte recordar que el objetivo final a la hora de definir una configuración adecuada es lograr un nivel de rendimiento que haga que la computadora te espere y no que tú tengas que esperar a la computadora.