Minsait presentó informe sobre la adopción de la IA.

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El Informe Ascendant de Minsait constata que, aunque las compañías de todos los sectores parten de un bajo nivel de adopción de la IA, son conscientes del reto que supone impulsar y capturar todo su valor a medida que avanza la tecnología. Es llamativo que muchas se estén lanzando ya al despliegue de casos de uso, sobre todo de inteligencia artificial generativa, lo que ha dado una eclosión de referencias en una etapa muy anterior a lo que habitualmente ha sucedido con otras tecnologías emergentes. Lejos de eclipsar a su versión tradicional, donde aún existe mucho valor por capturar, la IA Generativa se ha convertido además en el multiplicador para la implementación de casos de uso y acelerar su llegada a las empresas.

Entre las compañías que ya han iniciado este camino, refleja el Informe Ascendant, un 72% lo ha hecho con la motivación de incorporar la IA en su eficiencia operativa, un 34% para mejorar la toma de decisiones y un 31% en la evolución de la experiencia de sus clientes y usuarios internos. En general, se perciben ciertas reservas a explorar otros ámbitos o a facilitar acciones autónomas por parte de la inteligencia artificial; y priman por el contrario casos de uso relacionados con la evolución en las operaciones.

Otros ámbitos de la cadena de valor* en los que se ha puesto foco son la aplicación de la IA a la gestión del riesgo y la ciberseguridad (54%), el TI corporativo (37%), marketing (36%) y ventas (33%); lo que ha incentivado el desarrollo de casos de uso en ámbitos como el análisis predictivo para la toma de decisiones, la investigación y el diseño de nuevos productos y servicios, el diseño y personalización de campañas, la predicción de la demanda de clientes, o la generación de código TI (ver Anexo).

Dentro de esta velocidad que comienza a tomar la IA en las organizaciones, la nube y contar con un buen ecosistema de aliados e hiperescaladores se ha convertido en la base tecnológica para su adopción a gran escala y, en el caso de IA Generativa, prácticamente en un imperativo debido al coste y al conocimiento que se requiere para entrenar grandes modelos de lenguaje. El 78% de las organizaciones dispone ya de infraestructura en la nube para fomentar la inteligencia artificial y una de cada tres tienen acuerdos con socios tecnológicos especializados.

Desde Minsait estiman que integrar la ética y la ciberseguridad desde las etapas iniciales de diseño, prueba e implantación de casos de uso de inteligencia artificial es básico para garantizar el uso responsable y seguro de los datos. Aunque a día de hoy, según el informe, sólo un 9% de las organizaciones ha implantado soluciones y planes de ciberseguridad específicos para ello, las compañías ya están estableciendo propuestas adicionales para proteger los modelos de IA durante todo su ciclo de vida.

Por sectores, el aprovechamiento sectorial de la inteligencia artificial es muy dispar, si bien Banca, Energía, Seguros y Telco ya han habilitado medidas para cambiar su enfoque hacia la IA o incorporar productos y servicios en su propuesta de valor basados en ella. Otros como Consumo, Industria o AAPP se encuentran en fases más incipientes para poder explotar el máximo potencial de este recurso. El informe recoge varios casos de uso, implementados ya en empresas e instituciones, que además tienen un componente de desarrollo sostenible relevante, actuando sobre la protección del ambiente, la generación de conocimiento, la lucha contra la desinformación, o el cierre de la brecha digital.

Preocupación por el marco regulatorio

Esta eclosión de casos de uso ha acelerado la entrada de la IA en las organizaciones si bien desde estas aún se perciben obstáculos para escalar más ágilmente su adopción. La falta de profesionales cualificados es la más importante para el 36% de las compañías consultadas, seguida de la falta de visión y entendimiento por parte de las capas directivas sobre el valor de la IA y su potencial de crecimiento para el negocio, tal y como apunta el 35%.

En tercer lugar, destaca la preocupación del 31% de las organizaciones por la inestabilidad de la regulación y la ausencia de un marco normativo estable que incentive el uso responsable y el cumplimiento de la privacidad como una de las grandes barreras para aumentar su adopción. Un contexto de limitación que ha cambiado con la reciente aprobación de la Ley Europea de IA (IA ACT), la primera normativa sobre Inteligencia Artificial del mundo que regula nuevos escenarios de oportunidad donde incentivar este recurso empresarial.

Luis Abril, responsable de Minsait, recuerda que es importante aprovechar este momento de oportunidad: “La inteligencia artificial es un recurso valioso para mejorar la competitividad de las empresas y las administraciones públicas en todo el mundo. Y, como siempre ha ocurrido con otras revoluciones de calado, la IA supone una disrupción en diversos ámbitos de la sociedad y viene acompañada de una serie de retos que habrá que gestionar. Entre estos retos, se incluyen la protección de la privacidad y la seguridad de los datos, la prevención de sesgos y la discriminación, la gestión sostenible de los recursos necesarios para el uso de la IA y la gestión del impacto que pueda tener en el mercado laboral. Y, en el fondo, dar respuesta a estos retos para seguir avanzando hacia un modelo de sociedad donde las nuevas tecnologías estén al servicio de las personas”.