Christian Riofrío, Director Ejecutivo de AIMA.
La Industria Forestal y de transformación de madera es muy diversa, lo que dificulta generalizar el comportamiento en cuanto a la adopción tecnológica. No obstante, mediante proyectos llevados a cabo con la Alianza Cameral Ecuador-Alemania y con el Clúster Forestal, se ha realizado un diagnóstico de madurez digital en las empresas, brindando una visión clara de las brechas tecnológicas existentes.
En términos generales, se observa un nivel alto de madurez digital en las grandes empresas, aunque existen oportunidades; este panorama difiere en las pequeñas y medianas empresas, Pymes, donde las brechas son más pronunciadas. Las más relevantes se encuentran en la gestión de procesos, así como en las necesidades tecnológicas, además de aspectos relacionados con la cultura digital.
Hemos observado que, a pesar de que los colaboradores en todos los niveles de las organizaciones cuentan con equipos tecnológicos de uso cotidiano, aún es necesario enfocarse en fortalecer la cultura digital en el sector manufacturero. Considerando generar una conciencia más amplia sobre cómo la tecnología puede contribuir a la productividad y mejorar las actividades laborales. En este aspecto, nos enfrentamos a un importante desafío: cambiar la percepción generalizada de que la adopción tecnológica se relaciona con la pérdida de empleos.
Otros factores que inciden en la adopción tecnológica del sector es el desconocimiento y la percepción de que las nuevas tecnologías están fuera del alcance o son desconocidas. Muchas empresas no están familiarizadas con las posibilidades que ofrecen tecnologías como IoT o del uso de RPA, (Automatización Robótica de Procesos) como un aporte a la productividad. Abordar estos aspectos y concientizar sobre tecnologías disruptivas puede contribuir al desarrollo de las empresas.
Lo que sí es una constante en el sector es la asignación presupuestaria para procesos de transformación digital; cuando las empresas están en modo supervivencia, como vamos algunos años, destinar recursos a un tema que no se lo percibe que traiga resultados a corto plazo resulta complicado, especialmente para las PyME.. Para AIMA es importante despertar esa necesidad, incluso en condiciones macroeconómicas adversas, permitiendo destinar más recursos a la transformación digital, como herramienta para mejorar la competitividad.
Lo que se busca es que este sector adopte gradualmente las tecnologías, centrándose inicialmente en los procesos donde se puedan obtener victorias tempranas y las inversiones sean rentables en plazos relativamente cortos.
Además, es necesario abordar los desafíos en la ruralidad. Como representantes de toda la cadena productiva del sector, que abarca desde las plantaciones hasta la obtención de productos de mayor valor agregado y las exportaciones de muebles, entendemos que en las zonas rurales existen desafíos particulares. Un ejemplo de ello, es que el sector de la madera es uno de los más regulados en el país, y se podrían aplicar tecnologías como blockchain para incorporar sistemas de monitoreo de plantaciones. Aquí encontramos una oportunidad, especialmente, para la trazabilidad; pero la falta de conectividad en las áreas rurales se convierte en un desafío. Por lo tanto, es algo que debemos abordar en colaboración con el gobierno para mejorar la infraestructura lejos de los centros urbanos, donde están las plantaciones. Desde esta perspectiva, podríamos incluso ingresar al mercado europeo, cumpliendo con los requisitos que demuestren el origen legal y sostenible de la madera. En la actualidad, carecemos de una estructura que nos permita realizar dicha demostración de manera efectiva, a pesar de que la industria formal los cumple a cabalidad.
En la evaluación de la adopción tecnológica en el sector forestal, se destaca la atención a aspectos comerciales y de e-commerce, impulsada por la necesidad generalizada de aumentar las ventas. En el ámbito de las empresas grandes del sector, se ha observado una adopción más pronunciada de implementaciones tecnológicas, como sistemas ERP, uso de la nube, CRM, WMS, entre otros. Además, en el área de producción, se están implementando sistemas digitalizados. En contraste, las Pymes, por obligatoriedad y como primeros pasos hacia la digitalización, han adoptado procesos automatizados como la facturación electrónica o la automatización de sistemas contables. Sin embargo, persisten numerosas brechas cuando hablamos de la gestión de procesos vinculados a la producción y sus vínculos con áreas clave como el abastecimiento y la comercialización.
Por ello, con el apoyo de la Alianza Cameral Ecuador – Alemania (ACEA), varios gremios empresariales (AIMA, AITE, CIPEM, Formados y FEDIMETAL) impulsamos la ejecución de estos dos Congresos de Transformación Digital para el sector industrial que se desarrollarán en Cuenca el 25 de enero, y en Quito el 6 y 7 de febrero.