Por su parte, José Otero, Vicepresidente para América Latina y el Caribe de 5G Americas, explicó que “estamos a las puertas de comenzar a ver el despegue de la computación en el borde, de la mano de aplicaciones específicas a medida que la tecnología disponible permita avanzar en estos desarrollos y los usuarios, ya sean corporativos o público en general, comiencen a demandar servicios innovadores. Segmentos como los de los videojuegos y el entretenimiento, vehículos conectados, realidad aumentada, video en alta definición, la inferencia de inteligencia artificial e Internet de las Cosas, la industria 4.0 y de ciudades inteligentes, entre varios otros, podrán ser abordados de una forma completamente diferente gracias a la posibilidad de acercar los recursos de procesamiento más cerca de los datos. Claramente esto traerá una enorme presión sobre el desarrollo de las redes de telecomunicaciones, que deberán evolucionar como nunca antes para brindarnos estas nuevas posibilidades”.
La denominada computación en el borde consiste en desplegar capacidades de procesamiento en locaciones de la red cercanas al lugar donde los datos son recogidos y empleados. Este concepto puede incluir dispositivos y sistemas de Internet de las Cosas, locación de sucursales e instalaciones corporativas y/o industriales, entornos de trabajo remoto de todo tipo, dispositivos móviles, y vehículos, entre varios otros casos de uso. Es parte de un entorno híbrido en la nube, en el cual las cargas de trabajo se despliegan en forma balanceada, empleando recursos flexibles e integrados de procesamiento, almacenamiento y gestión de datos, desde el borde o extremo de la red hacia los centros de cómputo y desde allí hacia la nube.
De acuerdo con Frost & Sullivan, un 71 por ciento de organizaciones de negocios ya estaban usando entornos híbridos-multinube en el año 2022, frente a un 47 por ciento en el período 2021. Por otro lado, el 54 por ciento de las organizaciones de negocio han desplegado aplicaciones en el borde o en locaciones de sucursales, según información de la firma de inteligencia de mercado.
Las principales industrias que han comenzado a utilizar configuraciones de computación en el borde son manufactura (59 por ciento), comercio minorista y mayorista (58 por ciento), transporte y logística (53 por ciento), salud (52 por ciento), turismo y hospitalidad (51 por ciento), alta tecnología (51%), banca y finanzas (49 por ciento), y alimentos y bebidas (47 por ciento), de acuerdo con el estudio Frost & Sullivan Cloud Survey de 2022.
En el caso de América Latina, la región tiene amplio potencial para crecer en el segmento de computación en el borde multiacceso (Multi-Access Edge Computing, MEC). Según la consultora, en 2021 la proyección de ingresos para el segmento MEC era de 2,2 millones de dólares en América Latina, frente a 747,1 millones de dólares para el resto de las regiones. Para 2025, Frost & Sullivan proyecta 293,1 millones de dólares de ingresos para América Latina por concepto de MEC, frente a 15.989,1 millones de dólares del resto del mundo. Es decir, la tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) será de 239,7 por ciento para Latinoamérica en ese período, mientras que para el conjunto de las otras regiones será del 115,1 por ciento, de acuerdo con la consultora.
De otra parte, si bien MEC tiene un gran potencial de crecimiento en redes privadas —debería crecer a un CAGR de 99 por ciento, hasta los 10.583,4 millones de dólares en 2025—, el mayor incremento se verá en la oferta de servicios públicos, que crecerá a una tasa compuesta del 195,3 por ciento, hasta 5.698,8 millones de dólares en 2025, siempre según Frost & Sullivan.