Por Gustavo Feicán, Subgerente de Tecnología de ETAPA-EP.
Muchas de las veces cuando hablamos del mundo de la transformación digital y con ello de la Industria 4.0, inmediatamente se nos viene a la mente desarrollo de sistemas, plataformas de software, de hardware, el mundo del Bigdata, el internet de las cosas (Iot), la robótica, etc. Pero, la pregunta fundamental es: ¿la transformación digital implica solamente temas informáticos?… inicialmente se podría pensar que sí, sin embargo, este concepto de disruptiva tecnológica, en nuestro día a día, implica muchos componentes adicionales en donde sigue tomando protagonismo la planificación estratégica, las decisiones, el criterio de la gente, las directrices, las normativas, aspectos administrativos, entre otros.
Al hablar de la Inteligencia de Negocios, que está directamente relacionada con la transformación digital, muchas de las veces se la vincula solamente con el desarrollo de software y las herramientas informáticas que nos permiten diseñar, construir los famosos y tan útiles dashboards (tableros de control) pero… no vemos más allá; no enfocamos todo el ecosistema de la inteligencia de negocios que demanda un trabajo conjunto, multidisciplinario y con elementos que generen valor institucional para la toma de decisiones estratégicas.
Entonces: ¿basta con decir que ya hemos desarrollando software o que ya hemos comprado herramientas informáticas para el análisis y visualización de datos para decir que ya estamos haciendo inteligencia de negocios?. ¿Basta con elaborar tableros de control?… Pues no. La inteligencia de negocios comprende todo un ecosistema, comprende distintos esfuerzos que parten desde directrices estratégicas que deben ser promovidas y apoyadas por la alta gerencia, caso contrario solamente se quedan en intenciones o esfuerzos de desarrollos de software, programas, visualizaciones que si no van de la mano con una nueva cultura de trabajo, simplemente pasan a constituir esfuerzos aislados.
El mundo de la Inteligencia de Negocios se orienta bajo una filosofía técnica-administrativa-estratégica, es decir, comprende herramientas informáticas, inteligencia artificial, infraestructura, procesos, procedimientos, normas de seguridad de la información, les de protección de datos personales, planes estratégicos, políticas, reglas de negocio, equipos de trabajo multidisciplinarios, normativas legales, entre otros, es decir, todo un ecosistema de componentes que permitan generar valor estratégico a nivel institucional.
Cuando nos planteamos abordar este tipo de proyectos, es imperioso tener claro que la herramienta informática (su adquisición, arrendamiento o desarrollo de software realizado en casa) no nos va a resolver la perspectiva general de una situación, se esta una idea, una necesidad, un problema o una iniciativa; el éxito estará en cómo abordemos el proyecto integral y su posterior operación debidamente organizada. Es por ello, que es fundamental tener en cuenta algunos pilares que permitirán sostener todo este ecosistema de la Inteligencia de Negocios para que tanto el proyecto de esta naturaleza y su operación futura, alcancen los objetivos planteados:
- Asesorar y concientizar a la alta gerencia sobre la importancia de la alineación estratégica y la generación de valor que este tipo de proyectos de transformación digital, aportan para una empresa.
- Con el apoyo de la alta gerencia, concientizar al resto del equipo directivo, de tal manera que todas las áreas de la empresa se encuentren sintonizadas y vean la importancia de una sinergia institucional, pues a inmediato y mediano plazo, todo este ecosistema permitirá fortalecer la toma de decisiones institucionales con base a datos.
- Bajo conocimiento, apoyo de la alta gerencia y del equipo directivo, se debe proceder a elaborar una política o reglamento respecto al adecuado tratamiento de los datos bajo el concepto de Gobierno de Datos, es decir, la arquitectura, seguridad, calidad, integración, directrices para hacer un uso adecuado de los datos, desde el nacimiento del mismo, su procesamiento, niveles de responsabilidad y el uso para la toma de decisiones al momento en el que se convierte en información y conocimiento.
- Al hablar del tratamiento de los datos como tal, ya estamos vinculados a la observancia y cumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y directrices legales que engloban, complementan o se derivan de ello; componentes que demandarán una adecuada interactuación con los oficiales de seguridad y/o áreas jurídicas de la empresa para normar su acceso, obtención y visualización de los mismos.
- Será protagónico el posicionamiento de marca de la nueva filosofía de trabajo con base a datos mediante campañas internas, pues prácticamente, este tipo de proyectos, implican un cambio de cultura a nivel de todas las áreas y equipos de trabajo. Ya no es solamente un esfuerzo de desarrollo de software o visualización de datos.
- Formación de equipos de trabajo: el diseño y elaboración de tableros de control no es solamente cuestión del personal de tecnología, sino de participación multidisciplinaria en donde con el personal del negocio define los criterios para los análisis que se requieren realizar y hace uso de estas herramientas para dar una continuidad de monitoreo, estudios y generación de conocimiento para toma de decisiones estratégicas.
- Si el personal no tiene conocimiento sobre la ingeniería y ciencia de datos, conceptos de la Inteligencia de Negocios que van más allá de desarrollos informáticos, deben ser debidamente capacitados o asesorados para poder abordar este tipo de proyectos y su posterior operación.
- En lo posible, dentro del manual orgánico funcional de la empresa, dentro de las funciones de los cargos, se tendrían que incluir la responsabilidad de monitorear los tableros de control, realizar análisis de datos, definiendo claramente estas funciones de tal manera que se establezca como una obligación de los empleados y no solo quede en voluntades que, con el paso del tiempo, estas buenas prácticas se pueden perder.
Es momento de que adoptemos una nueva forma de ver a la Inteligencia de Negocios, buscando una sinergia para lograr un engranaje empresarial que siembre una nueva filosofía de trabajo, activando las capacidades que tienen muchos empleados y con ello puedan sumar en este tipo de proyectos y a su futura operación. Seamos agentes de cambio y protagonistas de un ecosistema de Inteligencia de Negocios que va más allá del desarrollo de software, de adquisición o arrendamiento de herramientas informáticas, sino de lograr un sinergia con equipos multidisciplinarios de trabajo, potencializando así, de mejor manera, la toma de decisiones con visión netamente estratégica. Es momento de una innovación con visión integral.