“Independientemente del tipo de negocio, ya sea una tienda física u online o ambas, es muy común que la mayoría de servicios o productos sufran una baja en ventas durante esta temporada, salvo pequeñas excepciones, pero esto no significa que podamos revertir sus efectos, al contrario esta temporada debe servir para planificar acciones que ayuden a frenar la baja, y aprovechar el tiempo de menor trabajo para organizar campañas a corto plazo”, recomienda Esteban Correa, subgerente Comercial de Andalucía.
- Planifique con anticipación: La base para que el verano no sea una catástrofe para el negocio es conocer a fondo su movimiento, “algo que se denomina como las fluctuaciones estacionales, es decir, en algunas ocasiones las tendencias elevadas en la demanda de algunos productos pueden ser fácilmente anticipadas”, afirma el experto de Andalucía. Lo más recomendable es proyectar los resultados basados en los datos del verano anterior y si el negocio es nuevo, investigar el comportamiento del mercado es la mejor opción.
- Reservar un fondo de capital para épocas de ventas bajas: Lo ideal es manejar las finanzas, de tal manera, que sea posible cubrir los gastos mensuales y reservar un pequeño fondo mes a mes, para cubrir cualquier tipo de emergencia.
- Unirse a las rebajas: El factor precio es determinante en las ventas durante esta temporada, por lo que es aconsejable aprovechar el periodo y ofrecer descuentos atractivos, ya que es mejor vender mucho a buenos precios, que vender poco a precios altos. Se puede acompañar las estrategias de venta con facilidades de pago, financiación sin intereses, meses de gracia, etc.
- Reformular el negocio: Preguntarse si la oferta del negocio se puede adaptar a las necesidades estacionales de los clientes y barajar opciones. Por ejemplo, ofrecer beneficios a los consumidores como descuento en su segunda compra o entregar un regalo veraniego.
- Generar alianzas: Pactar acuerdos con negocios que marchan bien en verano y ofrecer servicios adicionales a los clientes también es una buena opción. ¿A quién no le va a resultar atractivo un descuento en un destino turístico, o mucho mejor, el sorteo de una estadía por las compras en estos meses?
- Aprovechar la baja temporada para innovar: El verano debe ser el tiempo para probar cosas nuevas y diferentes en los negocios, implementando nuevas herramientas tecnológicas o financieras para optimizar las ventas, incursionando o impulsando la publicidad en redes sociales e inclusive capacitándose para nuevos retos.
- Diferenciarse de la competencia: Este es el momento para añadir algo diferente, nuevo, no sólo se trata de diferenciar los productos, si no de ofrecer un valor agregado en pequeños detalles que pueden ser muy valiosos para los clientes.
- Interactuar con los clientes: Afianzar las relaciones con los clientes, ¿qué tal si se organiza un concurso? como, por ejemplo, ofrecer descuentos especiales para las personas que recomienden a clientes nuevos.