Charo Sádaba es una voz influyente en el campo de la comunicación y la tecnología. En las últimas dos décadas su investigación se ha centrado en el impacto de la tecnología en niños, niñas y adolescentes. Dirigió la investigación del estudio Generaciones Interactivas junto a Fundación Telefónica.
A través de una entrevista, nos transmitió criterios sobre el papel de la escuela o del sistema de educación frente al uso de herramientas tecnológicas, la sociedad de la inmediatez provocada por una acelerada digitalización, competencias digitales.
Para Charo Sadabá, la escuela y la educación formal, es un agente esencial en la educación y la capacitación de los menores ante la emergencia y generalización de herramientas tecnológicas. “Es una oportunidad única para dotar de contexto y de sentido cívico a la tecnología, además de desarrollar el pensamiento crítico”.
Frente a una sociedad de la inmediatez, en la que se están formando los futuros ciudadanos, más que entender cómo utilizan determinadas plataformas, es necesario comprender los motivos de fondo, es decir las necesidades humanas, que el uso de estas herramientas satisface. Señala que estas necesidades de socialización, ocio e identidad, no cambian y son el elemento permanente para entender el paso rápido del avance de la tecnología. “En la sociedad tenemos como un reto creativo encontrar y ofrecer otras maneras desvinculadas de la tecnología para responder a estas necesidades”
Hace mucho que, en el sistema tradicional de educación, se habla de ética o se ha dedicado a enseñarla como una asignatura, ¿Cómo insertarla en una sociedad e integrarla a las competencias digitales de los estudiantes?
No podemos esperar que el uso de la tecnología infunda en sus usuarios un sentido ético. No es posible. Por eso es muy relevante recuperar este discurso para lograr construir un entorno digital saludable y propositivo. Trabajar aspectos relacionados con la convivencia puede ser una buena manera de entrar en el discurso ético: respetar a los demás, comprender la diferencia, no insulta, etc. Salir de uno mismo es quizá el primer paso para entender que las acciones individuales tienen impacto en otros y que deben responder a un criterio de bien común.
¿Cómo definir acciones gubernamentales para activar de manera positiva las competencias digitales de los estudiantes?
El contexto es relevante, y aunque es necesario que se diseñen estrategias globales que luchen contra la desigualdad, es importante adaptar las medidas luego a los elementos característicos de cada escuela. Para ello, la colaboración y la implicación de los equipos directivos es esencial. Así que estas acciones deben contemplar la asignación de recursos para la capacitación y seguimiento de los docentes como elemento primordial, y luego algún tipo de estrategia de evaluación continua que permita asegurar que se pueden adaptar algunas acciones a los cambios que existen en el entorno.
¿Qué competencias y habilidades digitales deben tener los estudiantes para enfrentar la nueva realidad de un mundo global digitalizado?
Creo que la propia definición de competencia digital es válida para apuntar a los componentes necesarios para la formación de ciudadanos del Siglo XXI. Entendemos por competencia digital la capacidad de usar de manera segura, confiada y crítica de las tecnologías digitales para informarnos, comunicarnos y colaborar, desarrollar contenidos y resolver problemas en todos los aspectos de la vida. La emergencia de nuevas fronteras tecnológicas, como la inteligencia artificial, quizá apuntan a conceptos que antes no eran conocidos, pero no cambian la esencia de esta competencia. Quizá añadiría la perspectiva ética, que debería permear siempre este con