América Latina se vuelve híbrida

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Por Tonny Martins, Presidente y Technology General Manager, IBM América Latina

Durante los últimos tres años hemos hablado constante y consistentemente acerca de la acelerada transformación digital que ha sobrevenido a la sociedad y a las compañías. Nos encontramos en un momento en el que esa narrativa se ha vuelto parte de la realidad, además de que las tecnologías transformadoras como la inteligencia artificial, las innovaciones en ciberseguridad y la automatización son parte de las operaciones diarias de las organizaciones.

La IDC estima que aproximadamente el 40% del PIB de la región estaría digitalizado para el 2022. En esa realidad, puede ser abrumador para los líderes dar seguimiento e integrar cada una de estas innovaciones y herramientas a sus operaciones. De alguna manera, el reto ha evolucionado de simplemente abrazar la transformación digital, a saber administrarla al interior de las empresas. Afortunadamente, hay una tecnología en particular que puede apoyar a los líderes en este proceso.

La nube híbrida: un portal hacia la innovación

La nube ofrece una manera en que las organizaciones pueden tener acceso a recursos, aplicaciones y herramientas para sus datos y cargas de trabajo. Sin embargo, con una estrategia de nube híbrida, es decir, que involucra la infraestructura física local, la nube privada y/o pública, las empresas se benefician de tener ambientes de computación unificados, pero flexibles para su negocio.

Y esta tecnología conlleva otro beneficio: es el portal hacia otras tecnologías claves como la inteligencia artificial (IA). De hecho, con el uso de los modelos fundacionales e IA generativa para escalar la IA transversalmente en las organizaciones, la nube híbrida juega un papel esencial soportando cargas de trabajo intensivas.

Para ayudar a nuestros clientes a optimizar sus recursos a través de la nube híbrida y aprovechar de manera responsable la inteligencia artificial, recientemente anunciamos una infraestructura optimizada para la IA, que es accesible por medio de IBM Cloud.

Cuando describimos estas tecnologías pudiera parecer que hablamos en términos altamente técnicos y que no aplican a las necesidades diarias de una empresa. Por eso es importante mencionar que una estrategia de nube híbrida no se trata de modernizar la tecnología sólo por modernizarla, sino que es el primer paso para acercarse a las tecnologías más transformadoras de nuestro tiempo y aplicarlas de manera efectiva en las operaciones de negocio.

Es por eso que vemos una tendencia en la región con empresas que continúan invirtiendo en sus estrategias de nube: el mercado de servicios administrados en la nube alcanzó los mil millones de dólares en 2021 y se espera que continúe creciendo a una tasa anual de 18% hasta 2026 según IDC.

En Colombia, por ejemplo, Seguros del Estado – una compañía de seguros con más de 65 años de historia – migró recientemente la totalidad de sus cargas de trabajo de misión crítica a IBM Cloud, en una apuesta por la tecnología de nube para aumentar la seguridad, la flexibilidad y centralizar su información para promover más operaciones ágiles y rápidas. En México, una de las mayores empresas de telecomunicaciones recientemente comenzó a ofrecer la nube de IBM a sus clientes en el sector corporativo, poniendo la tecnología y las capacidades de la nube híbrida al alcance de millones de empresas en la segunda economía más grande de América Latina.

Podría describir ejemplos de empresas que ya han integrado una estrategia de nube para todos los países de la región, donde, actualmente, los servicios de nube híbrida representan el 8,5% del mercado de esta tecnología. Algunos países van a la cabeza, como Brasil, donde la adopción de la nube es del 62%, uno de los niveles más altos a nivel mundial; o México, donde el 92% de las empresas con estrategia de nube ya la implementan de forma híbrida.

Estos números muestran que se ha avanzado en esta materia y que este modelo de nube tiene el potencial de impulsar a América Latina a volverse híbrida para acercarse al punto de inflexión de la transformación digital.