Por Christian Estay, Socio Fundador y Gerente General, Estay Consulting Consultoría Estratégica
La innovación debe ser considerada como un elemento natural e imperceptible en las empresas, y debe ser integrada transversalmente en la estrategia corporativa de las organizaciones como una motivación intrínseca que siempre está presente y es la fuente de las acciones organizacionales. En general, la innovación varía en sus objetivos y evolución en las diferentes industrias. Algunas pueden tardar más en innovar, mientras que otras son más propensas a hacerlo y con mayor frecuencia. Sin embargo, las empresas maduras integran la innovación en estructuras más sólidas y sostenibles que les permiten implementar la innovación y transferir conocimiento a sus colaboradores, independientemente de quién lidere la organización, su antigüedad y sector. Hay que destacar que las empresas maduras tienen un conocimiento profundo del comportamiento de la innovación en su sector y sus directivos suelen estar bien preparados en esta materia.
Por supuesto que existen diferencias en cuando a los niveles de madurez en innovación. Es importante reconocer que existen diferencias entre los sectores productivos. Durante la última década, el sector bancario y financiero ha liderado la innovación frente a otras industrias. Sin embargo, si revisamos la medición de la cultura creativa e innovadora a través de un rango del 0 al 100, donde una puntuación superior a 70 evidencia este tipo de cultura, vemos que el promedio histórico no ha llegado a ese nivel, evidenciando que, aunque es posible obtener productos, procesos o servicios innovadores, aún no se ha logrado desarrollar una cultura innovadora sostenible. En este punto hay que acotar que, si bien la banca y finanzas posee el más alto nivel de cultura y destaca frente a otras 19 industrias, ésta evoluciona en el tiempo y varia por diversos factores. Liderar en materia de innovación, no significa que sus innovaciones sean de alto impacto o mayor retorno.
Y es que no todo está escrito en piedra, la innovación también evoluciona en una organización y su comportamiento difiere según el nivel de exposición y de equilibrio entre su interior y su exterior.
Un problema que se evidencia en el ámbito de la innovación es que a menudo se la asocia exclusivamente con un producto, y más específicamente al desarrollo de software o tecnología -esto último más notorio en culturas directivas inmaduras-. Sin embargo, la innovación no se limita a un producto final, de manera que un buen gestor de innovación siempre analizará si un producto innovador es esencial o no para el futuro de una empresa y de un negocio. Michael Porter afirmaba que un gerente o líder que se preocupa por mejorar procesos o productos no está gestionando, sino realizando tareas operativas para las cuales no ha sido contratado.
Para que una organización pueda definir una ruta hacia la madurez en temas de innovación, es importante tener en cuenta varios aspectos. Las organizaciones deben trabajar por mantener un equilibrio entre cultura, estrategia, gestión y finanzas con un enfoque amplio que no se limite a desarrollar productos o servicios considerados innovadores o a su vez, solamente con foco en el cliente.
Se debe profundizar en el conocimiento interno tanto de personas, procesos, liderazgo, expectativa, confianza, redes internas y externas, etc., para identificar fortalezas y debilidades que permitan establecer una hoja de ruta alineada al futuro definido y requerido por la organización sin generar expectativas altas o bajas de lo que realmente se puede construir. Además, y un punto vital, es que las organizaciones deben rodearse de líderes innovadores que construyan una cultura de confianza.
A nivel de cultura creativa e innovadora empresarial observamos que Ecuador posee un buen nivel de desarrollo y motivación por la innovación (dejando claro que Ecuador a nivel internacional, en el Global Innovation Index está en la posición 98). Los resultados de la primera versión del Ranking C³ Ecuador dan cuenta del estado en que se encuentran actualmente las culturas organizacionales en materias de creatividad e innovación.
El Ranking C³ de Creatividad e Innovación es una iniciativa que reconoce la creatividad e innovación de las empresas. Esta metodología creada por el Consorcio C³, conformado en Ecuador por las consultoras Brinca y Estay Consulting, se basa en la revisión y análisis de 10 dimensiones y entrega KPI’s para una gestión integral de la innovación. La metodología se ha aplicado en más de 400 empresas en Colombia, Perú, Bolivia, Chile, Guatemala, Paraguay, Uruguay, Argentina y Ecuador. Y ha demostrado que las organizaciones que se miden adquieren mayor expertise en varios aspectos clave, como la optimización del retorno de inversión en innovación y en acortar brechas hacia la sostenibilidad de la innovación de forma colaborativa.
Al analizar las prácticas, estrategia, sistema de gestión de la innovación, inversión y resultados de innovación, Ecuador destaca en prácticas donde predomina el nivel de colaboración, la voluntad de innovar y la aplicación de buenas prácticas de innovación.
Aunque en el país existen empresas con grandes fortalezas a nivel de cultura creativa e innovadora y que destacan a nivel latinoamericano, y es una temática con un importante nivel de desarrollo en el Ecuador, aún queda un largo camino por recorrer para que las empresas del país puedan innovar sistemáticamente, generando más y mejores ideas creativas, desarrollando proyectos de manera ágil y produciendo valor en las distintas industrias a través de la innovación. Los desafíos van desde formalizar la innovación a nivel estratégico en los procesos de gestión y que sean sostenibles e independiente de sus líderes hasta la construcción de modelos y prácticas estructuradas de estrategia y de gestión de la innovación, y potenciar la formación de empresas “Top performer” en el país y ante la conyuntura actual este 2023 se requiere trabajar en el diseño estratégico de la innovación y en la formalización de la gestión de innovación.
Ante el contexto mundial, las empresas deben iniciar acciones que permitan replicar y escalar los logros alcanzados a nivel de cultura, y al mismo tiempo que formalicen la innovación como componente estratégico y un instrumento gestionable de largo plazo.
¿Qué se visualiza en Ecuador?
La gráfica muestra los resultados de las 10 dimensiones que se miden en Cultura Creativa e Innovadora, con una escala de 0 a 100, donde un puntaje de 71 hacia arriba sitúa a la dimensión en un nivel de cultura creativa e innovadora.
Espacios para escalar. En Ecuador las empresas se visualizan y perciben como espacios desafiantes y prolíficos donde se generan ideas con el apoyo de los directivos.
Espacios de oportunidad. En Ecuador, se visualiza que el liderazgo requiere revisarse y ajustarse para conseguir que la diversidad, la confianza y la colaboración -fuerzas gravitantes en la innovación- lleguen a ser la fuerza impulsora de la innovación y remodeladora de las transformaciones que se requieren.
Espacios de mejora. En Ecuador, se visualizan temas pendientes que son claves y que reflejan retrocesos o avances tímidos, reflejados en baja autonomía, agilidad, tiempo y reconocimiento de la innovación, requiriéndose revisar las estrategias vigentes para pasar del discurso a la realidad.