Por Jorge Luis Páez, Gerente de Talento Humano, Netbyec
En la actualidad, vivimos en un entorno Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo, en inglés conocido como VUCA, que implica que las organizaciones deben ser ágiles para adaptarse y encontrar oportunidades en medio de los cambios considerando el enfoque en los clientes y usuarios. Las nuevas tecnologías brindan nuevas formas de trabajar para enfrentar los desafíos de las relaciones con los clientes y la operación interna de las empresas. El trabajo remoto e híbrido es una forma cercana, rápida y eficiente de gestionar la nueva realidad de los negocios y adaptarnos a una nueva cultura organizacional y de liderazgo que debe ajustarse al propósito y visión de la organización.
En este contexto, la comunicación y gestión de talento son estratégicos. En entornos de trabajo remoto e híbrido, la comunicación es esencial y herramientas como Microsoft Teams, Zoom y otros recursos de videoconferencia son muy útiles en este sentido. Además, otras como Trello y Asana son excelentes para la administración de proyectos y la operación diaria, y recursos como OneDrive y Google Workspace permiten contar con espacio necesario para almacenamiento en la nube. Estas son algunas herramientas que tiene el mercado tecnológico que se han estandarizado con mayor fuerza en las organizaciones luego de la pandemia.
En cuanto a la gestión de talento humano, la expansión de los negocios nos ha llevado a explorar herramientas como APPs para soportar la gestión interna. Sin embargo, debemos preguntarnos cómo estas herramientas promueven un equipo productivo que trabaja en base a valores y que se enfoca en brindar una experiencia humana satisfactoria. Para lograrlo, es importante no descuidar el ADN empresarial, enfocarnos en el cliente, entender los desafíos del equipo empresarial para alcanzar los objetivos, las relaciones internas y la misión de cada miembro, así como sus expectativas personales y de desarrollo.
Pero además, de las herramientas es necesario fomentar la cultura de colaboración en entornos de trabajo híbrido para lo cual debemos dejar de mirarnos como una estructura representada en un organigrama y cambiar la estrategia, vernos más como un equipo de fútbol, entendiendo que el gol no es otra cosa que los objetivos empresariales, l os delanteros o el front office, los mediocampistas o el middle office y los defensas o el back office. A este equipo hay que ir sumado al coach o los líderes que son parte de un todo y que se debe identificar en la organización, Todos son observados por su hinchada o segmentos de clientes y por jueces o reguladores en un ambiente de competencia.
Con esta nueva visión nacen las llamadas técnicas del pase que no son otra cosa que los acuerdos de servicio interno, compromisos entre las posiciones del equipo o áreas de trabajo que deben consensuar para que el juego o proceso fluya.
Las tecnologías aportarán valor al ser adoptadas bajo una matriz que se alinee a la organización, comunicación y talento con la herramienta que mejor se adapte a las necesidades de la organización y que permita aumentar la productividad, el desarrollo y el bienestar.
En este momento coyuntural también debemos preguntarnos ¿Qué pasa con las tecnologías de automatización e IA y cuánto aportan a entornos de trabajo híbrido?
Las tecnologías de automatización e IA son fundamentales y plenamente aplicables en un entorno VUCA donde el trabajo ya no solamente se realiza en una infraestructura de oficina tradicional sino en un mix de labores físicas y remotas, y que concebidas bajo un enfoque de experiencia y de relaciones serán los ingredientes para la eficiencia y productividad.
Más allá de las tendencias sobre el uso de herramientas para teletrabajo, las organizaciones deben entender que el objetivo no es la implementación de la tecnología, sino que es la oportunidad para repensar la manera en que se gestionan los negocios y sus relaciones con los stakeholders. Este mindset nos lleva a lugares no descubiertos o transitados donde el aprendizaje debe sobrepasar el temor al cambio.
La tecnología ha sido, es y seguirá siendo parte de la evolución humana porque es un efecto de la curiosidad y superación del ser humano, siempre será un medio para alcanzar propósitos empresariales y potencializar el valor intangible que es la colaboración humana.
En el nuevo milenio los equipos de talento humano y tecnología son claves y contribuyen en las decisiones sobre las nuevas rutas de viaje empresarial asumiendo procesos de innovación como parte de la gestión del cambio.