Banco del Austro obtuvo la Certificación Internacional de Carbono Neutro con la verificadora VERSA y la asesoría técnica de la consultora ambiental SICMA Ecuador.
Actualmente, las instituciones financieras tienen una huella de carbono significativa en términos de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con sus actividades. Pero a través de varias iniciativas es posible reducirlas, ya sea disminuyendo el consumo de energía en sus edificios y en la cantidad de residuos generados o financiando proyectos más verdes.
Para Banco del Austro gestionar su huella de carbono significa entregar a sus cuentahabientes la opción de invertir su dinero con una empresa social y ambientalmente responsable, que busca reducir los riesgos de impactos negativos relacionados con el cambio climático.
“A largo plazo se busca ahorrar recursos como energía, agua y transporte, y en la gestión de residuos tener un control de consumos mínimos necesarios para no utilizar más de lo que se requiere para las operaciones cotidianas, con base a la educación ambiental de nuestros colaboradores. Apostamos por procesos a largo plazo que generen consciencia, buenos hábitos y estilos de vida sostenibles”, dijo Guillermo Talbot, Gerente General de Banco del Austro.
La entidad tiene previsto reducir aproximadamente 120 toneladas de CO2, lo que equivale alrededor de 6,2% del total de la cuantificación de los próximos tres años.
Si bien es difícil tener un porcentaje preciso de la contribución de las instituciones bancarias a las emisiones globales de CO2, según el informe ‘Banking on Climate Change 2021’ de Rainforest Action Network, los 60 principales bancos del mundo han financiado con más de 3,8 billones de dólares a la industria de los combustibles fósiles desde el Acuerdo de París en 2015, lo que indica que la huella de carbono de estas entidades puede ser significativa.