Cristian Aguirre, Director Nacional de Seguridad de la Información, SEPS
Sin lugar a dudas, la pandemia impulsó proyectos tecnológicos que de otra manera hubieran demorado en llevarse a cabo. Además de la continuidad y operatividad de las actividades, se priorizaron las propuestas de digitalización en los distintos segmentos del sector financiero popular y solidario, siempre considerando el presupuesto que cada entidad destina al desarrollo tecnológico y a la innovación.
Al aumentar el proceso de digitalización a nivel mundial post pandemia, el sector cooperativo, también lo tomó como una oportunidad, para solventar las necesidades de sus socios creando nuevas formas de acceso a sus servicios, apoyándose en la tecnología para mejorar las estrategias en cuanto a la oferta de productos y servicios en línea. Y es así que, según datos que dispone este ente de control, 5 de cada 10 entidades, se encuentran en desarrollo de nuevos proyecto financieros digitales, como mencionamos anteriormente con el objetivo de llegar a los socios de una forma más ágil, oportuna y segura; por otro lado también hay que considerar que el uso de canales digitales coadyuva a una mayor inclusión financiera recordando que, el desarrollo de productos y servicios financieros digitales permite la captación de nuevos socios y/o clientes, una mayor fidelización y mejoras en la calidad de los servicios.
La transformación digital del sector es un reto que ha tomado la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS), pues como entidad de control busca el fortalecimiento y correcto funcionamiento de las entidades bajo su ámbito, generado varios mecanismos para que las entidades trabajen en beneficio de sus socios, al ofertar servicios financieros de calidad en términos de su acceso y uso. Para el sector es fundamental robustecer sus procesos digitales y es así que el 52 % de las entidades considera que sus servicios financieros digitales ya han alcanzado su nivel de madurez y una cobertura en 210 cantones del país, de los 221.
Otro dato interesante que dispone la SEPS en cuanto a la robustez de la digitalización del sector son los canales por los que pueden acceder los socios y/o clientes a los servicios financieros ofertados por las entidades del Sector Financiero Popular y Solidario (SFPS), en promedio, 5 de cada 10 entidades, sus socios y/o clientes acceden a los servicios ofertados a través de canales digitales, y en promedio, 6 de cada 10 entidades, indican que el canal digital más usado (intensidad media o alta) por sus socios y/o clientes es la página web,
Por otro lado, la SEPS consciente que los productos financieros y los procesos que nuestro sector controlado desarrolla, y ejecuta deben generar confianza, en ese sentido emitió la Norma de Control respecto a la seguridad de la información, la misma que busca no solo que las cooperativas implementen controles de seguridad, sino que se desarrolle una cultura de seguridad de la información y protección de sus activos de información. Para esto, la Norma dispone, entre otros aspectos importante, que las cooperativas del segmento 4 y 5 deben contar con un responsable de seguridad de la información y ciberseguridad; para el segmento 3 deben contar con un oficial de seguridad de la información; y las entidades del segmento 1 y 2 deben contar con una dirección de seguridad de la información. Lo que se busca con ello es que sea este personal el que apoye, impulse y fortalezca los procesos en las entidades, aplicando las medidas necesarias de control, evaluación capacitación etc., y que sea seguridad de la información una arista transversal de asesoría respecto a temas de Seguridad de la Información, Ciberseguridad y Protección de Datos.
Las entidades tienen entre sus prioridades para este 2023, la implementación de la norma de Seguridad y la Ley Orgánica de Protección de Datos, y, al tener un cronograma para el cumplimiento, prevemos que este año, será un año de trabajo arduo en el sector para aplicar las mismas. Conscientes de esto, el ente de control por su lado ha realizado talleres y charlas en temas referentes a seguridad de la información y protección de datos, y ha generado espacios para resolver dudas sobre la aplicación de estas normas (Seguridad y Protección de Datos), sin duda estamos seguros que las entidades, a más de todos los conocimientos que disponen, seguirán brindando el apoyo para la implementación de las normas antes descritas. Y por supuesto contarán también con el apoyo desde el ente de control
Para finalizar creemos que el mayor reto y desafío de nuestro sector es superar el porcentaje de socios que usa canales digitales. Hoy en día menos del 20% de los socios utiliza estos canales por la naturaleza tan heterogénea del sector y del socio de la cooperativa, pues dicho socio considera que es mucho mejor una interacción con las oficinas físicas.
En ese sentido de la mano de la tecnología, la seguridad y la mejora en sus procesos estamos seguros que las entidades desarrollarán acciones para fortalecer la confianza en la digitalización y en la transformación digital para entregar al socio la tranquilidad necesaria para realizar sus transacciones desde los puntos de atención física o digital.
El nuevo reto para este año es generar confianza y seguridad en el funcionamiento de sus productos, queremos que el socio sienta que su cooperativa, ya sea pequeña y/o grande está transformándose e innovándose, lo que permitirá generar cercanías también a través de los canales digitales.
Consideramos y confiamos que los líderes de las áreas se enfrentarán a los retos de siempre, desarrollar estrategias tecnológicas buscando alternativas de ahorro a través de economías de escala, herramientas accesibles y la priorización de tecnología en función de los objetivos de negocio y los recursos.