Por Andrés Torres, Sales Manager de SAS
La industria financiera de la región ha sabido adoptar en la mayoría de los casos tecnologías exponenciales como las de Inteligencia Artificial y el Machine Learning.
La gran fortaleza del Open Banking es apalancar una democratización del sistema financiero. Esto genera que los jugadores del mercado puedan obtener aún más inteligencia de los datos por medio de la analítica avanzada o la inteligencia artificial, permitiéndoles entender mejor las necesidades de los usuarios. Otro de los beneficios de este sistema de interoperabilidad será la creación de productos ajustados a las preferencias de los clientes, lo cual genera mayor competitividad en el mercado.
Se suele recurrir a la analítica avanzada como solución a varios de los principales desafíos de negocios ya que tiene una alta adopción de la nube, emplea recurrentemente soluciones para la gestión de riesgos y la prevención de fraudes y se apoya en todos estos avances para dar cumplimiento regulatorio mejorando el conocimiento de clientes y por ende las experiencias hacia ellos. Todo esto a través de soluciones como las de Customer Intelligence.
Según la consultora e investigadora Allied Market Research el tamaño de mercado de nuevos servicios derivados del Open Banking alcanzará en 2026 los 43 mil millones de dólares.
Sin embargo, lo ideal no es solo quedarse en el Open Banking sino avanzar a Open Finance y a Open Data de una vez. Open Finance y Open Data hacen que no solo sea la información bancaria la que pase a ser de los usuarios para una gestión mucho más inteligente e interoperada, sino también la de pensiones, cesantías, gastos en servicios públicos, telecomunicaciones, es decir, toda una transformación con la información financiera de los usuarios gestionada de manera diferente.
Hay elementos especiales que se deben tener en cuenta para que este tipo de procesos sean en realidad exitosos. Por un lado, se debe avanzar en la reglamentación de estos temas de manera acelerada, pero teniendo cuidado de no dejar de lado normas claras que puedan entender los usuarios financieros. Todo debe ser tan claro que no debe haber duda alguna de qué usos de los datos van a estar autorizando y cuál es el nivel de protección que van a tener en esta nueva etapa.
Un segundo punto muy importante recaerá en los líderes de los bancos, en el convencimiento por parte de ellos de que es el aprovechamiento aún más inteligente de los datos lo que dará verdadero valor a estos avances. Para ello se requerirán esfuerzos importantes con el fin de actualizar las soluciones analíticas e implementar aún más la inteligencia artificial, machine learning, blockchain y demás tecnologías exponenciales.
Si algo tiene todo este avance hacia el Open Banking o las finanzas abiertas en general, es que se debe apuntar a mejorar los servicios financieros para las personas y esto solo se podrá hacer mediante modelos mucho más avanzados de analítica que permitan obtener y gestionar de mejor forma la información crítica de las necesidades de los clientes, para conseguir apoyarlos en los momentos clave y en la toma de decisiones relevantes.