Soluciones basadas en el ‘Cloud’, el gran diferenciador en la inclusión financiera

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Mauricio Fernández, Director de Operaciones Américas de BPC

Para las fintech, neobancos y startups especialmente es importante la adopción de la Nube en sus modelos, porque los clientes ahora están acostumbrados a que el funcionamiento de la banca digital sea ágil y accesible desde cualquier dispositivo y esto solo se consigue  adoptando tecnologías como SaaS (Software as a Service), que permiten crear una plataforma propia para ofrecer productos y servicios digitales, donde se pueden crear y actualizar soluciones y lanzarlas al mercado a gran velocidad, promoviendo la continua innovación en sus herramientas.

Gracias a la flexibilidad proporcionada por la tecnología de pagos en la nube, las organizaciones del sector financiero pueden ahora contar con herramientas que dan la capacidad de escalar sin problema y ofrecen capacidad de desarrollo de nuevos productos y servicios rápidamente disminuyendo el tiempo al mercado.

Las personas ahora buscan realizar operaciones en tiempo real como es verificar el estado de su cuenta en línea, realizar pagos y hacer transferencias al instante, pero los sistemas convencionales no cuentan con la tecnología suficiente para hacer que esto sea posible. Gracias a la Nube, eliminan esta fricción y desarrollan rápidamente nuevas aplicaciones lo que les permite mejorar así su competitividad, en un universo que cada vez cuenta con un mayor número de jugadores que han conseguido dinamizar el mercado

La Nube permite a las instituciones financieras ofrecer un mejor servicio de cara a los usuarios por dos elementos principales:

Aprovechar los datos: Permite acceder a datos internos, de terceros y otros datos disponibles, y permite comprenderlos y utilizarlos para crear estrategias eficientes, que fomenten la innovación, teniendo en cuenta la importancia cada vez mayor de la privacidad de los datos, la protección de los datos, transparencia en el uso de los datos y la seguridad de los datos.

Servicio al cliente: Proporciona la capacidad de entregar servicios y experiencias orientadas al usuario final, en sus necesidades cotidianas en tiempo real, mejorando significativamente su experiencia y el servicio que está recibiendo.

La adopción de servicios en la nube viene creciendo en los últimos diez años. Según el reporte publicado por Deloitte en 2021: “La Nube se ha vuelto un imperativo para los bancos”[1], en 2013, el mercado de computación en la Nube era de US $58.000 millones. Para 2018 había crecido a US $130.000 millones y se espera que para el 2022 alcance los US $317 mil millones.

Factores como el aumento del comercio electrónico, mayor disponibilidad de dispositivos móviles, el cambio generacional y el uso cada vez más intensivo de los medios digitales, han potenciado el desarrollo exponencial del sector. Este crecimiento refleja las tendencias de consumo en Latinoamérica en materia de banca digital, pagos, inversiones y seguros, cuya población busca soluciones más sencillas, con mejores tasas e innovadoras.

Por su parte, el VII Informe de Inclusión de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) destacó que la banca digital creció a una tasa anual promedio de 144% en la década del 2009 – 2019 en la región, y proyectó que para los años de 2020 y 2021 habría incrementado, al menos un 50% adicional; siendo México y Colombia, dos de los países líderes en esta adopción, superados tan sólo Brasil.

Latinoamérica vive una verdadera disrupción en los servicios bancarios, donde la inclusión financiera emerge como su punta de lanza. El Open Banking, ha evolucionado hacia el Open Finance, y el cual hoy ofrece las condiciones regulatorias para que los diferentes jugadores del ecosistema de la banca actúen a favor de los usuarios, brindando la oportunidad de hacer ofertas a la medida de sus necesidades.