Por Juan Carlos Jácome
Economista y asesor empresarial
Como resultado de la pandemia, en 2020 la economía ecuatoriana se redujo en un 8% y aunque tuvo un crecimiento en 2021 del orden del 3.5%, aún no alcanza para recuperar los niveles de la economía del 2019. Y las implicaciones son relevantes tanto desde la demanda como en los niveles de ventas.
Con la reducción del tamaño de la economía ecuatoriana desde el 2019 hasta la fecha, las tasas de desempleo y niveles de pobreza tienden a incrementarse. Esta situación provoca que el ingreso disponible de los hogares tienda a reducirse en promedio, en especial en los estratos medio y bajo, afectando en simultáneo a las empresas ya que sus tickets promedio también disminuyen. Es decir, las empresas deberán buscar cómo mantener sus ingresos en un mercado con menores recursos disponibles para consumir. Dicho de otra forma, el reto de las empresas en este 2022 radica en ajustarse financiera y comercialmente a las nuevas condiciones presupuestarias de los consumidores para mantener sus negocios a flote y en crecimiento a lo largo del tiempo.
En sus estrategias de negocios las distintas industrias y empresas rediseñarán sus productos para ajustarlo al bolsillo de sus clientes. Por otra parte, considerando que la pandemia alteró hábitos de consumo, y una parte no menor hoy prefiere adquirir productos vía aplicaciones de compra y entrega a domicilio, ciertas empresas invertirán más en aspectos tecnológicos para mejorar la oferta de productos en estas plataformas y la experiencia del usuario, haciéndola cada vez más amistosa.
¿Pero cómo la tecnología favorece el crecimiento y los nuevos modelos de negocio en para las empresas ecuatorianas este momento? Desde un punto de vista conceptual, la incorporación de tecnología siempre contribuirá a la eficiencia productiva de los negocios ya que permite producir más unidades con el mismo número de factores productivos: máquinas y mano de obra. No obstante, la innovación tecnológica -al ser una inversión- tiene un costo que debe ser amortizado en el tiempo.
Ahora, si todo lo demás sigue igual, las nuevas unidades producidas como resultado de la incorporación de nueva tecnología deberán cubrir el gasto adicional de amortización y dejar incluso recursos adicionales en ganancia. En este caso, haber innovado resulta rentable. Pero si en cambio, las unidades adicionales producidas no logran ser vendidas porque no hay la demanda suficiente, esa innovación tecnológica ejecutada por la empresa se convertirá en un problema que a la postre acarrearía aprietos financieros al negocio. Es decir, todo dependerá de las perspectivas futuras de la demanda.
Dicho esto, la inversión en tecnología en un escenario de crecimiento de la economía siempre permitirá que el negocio aumente su escala y capte nuevos mercados o mayor espacio de participación. No obstante, los administradores de empresas deben desarrollar pronósticos de sus ventas muy ajustados y precisos para no tomar decisiones en falso. Lo importante es evitar que el día de mañana las empresas adquieran un problema que hasta hoy no existía.
Si nos referimos a las tecnologías de la información, está bastante demostrado en el ámbito empírico y teórico que la incorporación de TICs en procesos productivos permite experimentar choques positivos en la magnitud de los negocios. Sin embargo, el éxito de la innovación en este tipo de tecnologías dependerá de las etapas de implementación, pero en especial, de la absorción que este tipo de innovaciones tenga al interior de la organización. En otras palabras, de nada servirá llenarse de capacidad de almacenamiento en la nube, por ejemplo, si al final todos los integrantes del equipo siguen documentando la información físicamente y almacenándola en las bodegas o estanterías de la oficina.
Estas inversiones tienen un valor, y mientras más grande sea el músculo financiero del negocio, ese valor tendrá un menor peso relativo. Es decir, para las empresas grandes, embarcarse en estas inversiones siempre será relativamente más barato que para una empresa pequeña. Pero no significa que las empresas pequeñas y medianas deben ver las aguas correr simplemente y sentirse condenadas a la obsolescencia, no, de ninguna manera. Siempre hay opciones para todo tipo de empresa. De hecho, en la actualidad hay algunas alternativas que permiten acceder a tecnologías de la información de forma compartida con otras empresas. Es parte de la tendencia actual, la “economía colaborativa”, permite reducir sustancialmente el costo de acceso a la innovación y viabiliza el crecimiento de los negocios para quienes no pueden hacer estas inversiones de forma independiente.
Con esta perspectiva, las tendencias para 2022 en las empresas ecuatorianas es la priorización y optimización del uso del factor humano, innovación en procedimientos o procesos que permitirá aumentar los márgenes de ganancia del negocio y administrar de forma estrategia los entornos adversos. En todo caso, las empresas deberán hacer una hoja de ruta y dimensionar la materialidad y beneficio de cada eventual acción y trabajar sobre ello.
Las empresas en el 2022 tienen la posibilidad de utilizar tecnologías disruptivas para optimizar procesos y reducir costos, por ejemplo, con la elaboración de modelos que permitan tomar decisiones de forma más eficiente, basados en métodos estadísticos-econométricos y computacionales y para ello, generalmente necesita un equipo muy reducido de trabajo, o incluso contratar este tipo de servicio con terceros y mantener el control de las preguntas o inquietudes que requieren respuesta por parte de la alta gerencia.
Además, ubicaría en un segundo lugar a la Inteligencia Artificial. En muchos de los casos encontraremos que equipos no menores de trabajo se encuentran haciendo algo de forma manual y que si fueran automatizados, los costos operativos podrían ser sustancialmente menores.
De mi experiencia, ésta es una ruta al éxito. Sin embargo, lograrlo requiere de un liderazgo y coordinación adecuados, que comprenda el “idioma” que hablan todos los colaboradores y “comercializar” internamente los desarrollos efectuados e implementados porque no hay peor inversión que aquella que no se usa.