Con el crecimiento continuo del comercio electrónico, los dispositivos móviles y las plataformas de la economía gig, el mundo se está moviendo hacia un ecosistema de pagos en tiempo real. Y no es algo que se vaya a desacelerar, pues América Latina está evolucionando rápidamente hacia pagos inmediatos, señaló Angélica Vallona, Gerente General de Visa Ecuador. “El acceso a pagos, dinero inmediato para el consumidor y para las PyMEs, el flujo de caja al instante son algunas de las necesidades más importantes a las que se enfrenta el sector financiero, dijo.
La migración a los pagos sin contacto y su tecnología tiene un poder catalizador para la próxima generación de pagos. La pandemia provocó una aceleración de nuestros esfuerzos, mencionó Vallona. “De 2019 a octubre del 2021 pasamos del 4 al 25% de penetración de pagos sin contacto en el total de pagos realizados en persona en Latinoamérica y el Caribe”. Similar situación se vive en Ecuador, donde la penetración de las transacciones presenciales sin contacto de Visa, hasta agosto de este año alcanzó el 25%, es decir que 1 de cada 4 transacciones se realizan ya con el sistema contactless.
Las tarjetas sin contacto son seguras y proporcionan una fuerte protección y prevención contra el fraude, al utilizar un código de un solo uso. Las tarjetas sin contacto tienen algunos de los índices de fraude más bajos que el resto de los tipos de pago.
En medio de este cambio sin precedentes hacia el comercio digital, la tokenización es otra tecnología que se muestra muy eficaz para evitar el fraude y permitir experiencias más seguras y fáciles, dijo la ejecutiva. Esta tecnología sustituye los datos sensibles de una tarjeta por un identificador digital, o “token”, de manera que el consumidor que paga con una tarjeta sin contacto, una billetera digital o un wearable, está protegido por las capas de seguridad de Visa que resguardan la transacción en todo momento.
Los pagos digitales llegaron para quedarse. Según la última encuesta Consumer Mindset, el 66% de los consumidores en América Latina y el Caribe (ALC) prefieren el uso de tarjetas, especialmente tarjetas de débito con chip y sin contacto y la mayoría de los consumidores reconoce que sus compras en línea son más frecuentes.
Pero hay tendencias disruptivas que tomarán fuerza para el 2022. Aunque, las criptomonedas es una tecnología de pagos que no es nueva, en Ecuador y Latinoamérica es un método de pago innovador. La adopción de las criptomonedas todavía está en sus primeras etapas, pero es significativa y está creciendo rápidamente en todos los mercados de América Latina. Las criptomonedas están pasando de ser una clase de activo nicho para una pequeña comunidad de inversionistas a ser un mercado más amplio con nuevos usuarios en América Latina. “En miras a esta tendencia, Visa ha diseñado un nuevo servicio Global de Consultoría en Criptomonedas para ayudar a socios y clientes de todo el mundo y de América Latina a evaluar la oportunidad de criptomonedas, desarrollar estrategias concretas y probar nuevas experiencias de usuario e innovación en programas de recompensas en criptomonedas y billeteras de consumo integradas con monedas digitales de los bancos centrales, CBDC”.
Finalmente, Angélica Vallona, sostuvo que Visa está comprometida con fomentar la inclusión digital y financiera en América Latina y el Caribe. “Con este propósito, trabajamos con todos los actores del ecosistema de pagos digitales en iniciativas, alianzas y proyectos que permitan habilitar soluciones de pago digitales para comercios, consumidores y negocios”.
Acciones de Visa para el sector en 2022
- Trabaja de cerca con startups en el sector de Fintech para continuar transformando la industria de pagos electrónicos, mejorar el acceso a servicios financieros para los segmentos bancarizados, como no bancarizados.
- A través del Centro de Innovación de Visa para América Latina y el Caribe, colaboran con instituciones financieras, comercios, gobiernos y startups para descubrir, explorar y co-crear la próxima generación de tecnologías de pago en la región.
- Continuará impulsando el uso de pagos digitales, la inclusión financiera en sectores menos bancarizados y seguirá generando desarrollo con la expansión de los sistemas financieros.