Por: Francisco Maestre, Gerente general Opinno Ecuador
Muchas empresas se dieron cuenta de que esa transformación no implicaba sólo un cambio tecnológico sino también contar con ejecutivos con un liderazgo innovador para enfrentar situaciones de incertidumbre y evolución constante.
Los grandes líderes innovadores deben ser como los astronautas: ambiciosos, visionarios, curiosos, exploradores, arriesgados, atrevidos que ven todo desde una perspectiva global. Estos líderes siempre están en constante comunicación con sus equipos y trabajan mano a mano con ellos para cumplir con la misión y visión de su organización.
Habilidades hard
Pero, las habilidades técnicas o llamadas “hard skills” también juegan un rol fundamental, particularmente para los CIO, que se enfrentan a un entorno en donde las tecnologías de la información adquieren cada vez mayor peso, las innovaciones tecnológicas surgen más rápido y la digitalización avanza a pasos agigantados. Son ellos quienes deben asumir los retos del sector TI, estableciendo estrategias y soluciones inmediatas que permitan impactar en el éxito y continuidad de los negocios.
Los CIO han dejado de ser vistos únicamente como los expertos en tecnología e información, después de la pandemia su influencia sobre los comités de dirección es notable, pues actúan como los catalizadores del cambio e innovación corporativa.
Los nuevos CIO deben evolucionar con agilidad para adaptarse a un mundo que demanda cada vez mayor velocidad. Esta agilidad no solo se medirá por la implementación de un software o sistema en periodos óptimos de tiempo, sino en la capacidad de entrega de valor a los usuarios.
El conocimiento y experiencia en ciberseguridad quizá sea una de las capacidades más demandadas en el presente y futuro, ya que, con la llegada de la nube y el teletrabajo los sistemas son cada vez más vulnerables a ataques de ingeniería social o phishing. Los CIO deberán tomar la iniciativa y desarrollar planes de ciberseguridad integrales que permitan minimizar riesgos y dar respuesta inmediata a posibles ataques.
El límite entre TI y el negocio deben desaparecer. El conocimiento puramente técnico ya no será suficiente. Para destacarse, el profesional debe tener la capacidad de involucrarse en el negocio y aportar valor a las decisiones o inversiones en TI que otorguen rentabilidad a la empresa, es decir, ir más allá de la tecnología, pensar en los beneficios que esta aportaría a clientes internos y externos.
Además, los profesionales de TI deberán adquirir nuevos conocimientos y habilidades en áreas de datos, análisis, cloud computing y seguridad, pues la mayoría de las empresas están trabajando en su camino hacia la Transformación Digital, en donde los roles como administradores de sistemas, ingenieros de redes están pasando a un segundo plano.
De igual forma, cada vez son más las organizaciones que adoptan la automatización, esto significa que los CIO comienzan a desempeñar roles multifuncionales con habilidades transversales, dejando atrás lo manual e ingresando en un nuevo entorno en el que el desarrollo de funciones que permitan aprovechar al máximo los datos será vital.
La colaboración y comunicación entre las distintas áreas es clave, los departamentos de TI ya no están aislados. Las iniciativas que aporten e influyan sobre el rendimiento del negocio deben ser compartidas y con un equilibrio de responsabilidades entre el CIO, CTO, CDO, CMO y CEO, mientras unos se enfocan en procesos internos, los otros deberán trabajar en acciones de cara al cliente.
Finalmente, aquella persona que esté más calificada y tenga más experiencia en el dominio de tecnología y que además cuente con capacidades de liderazgo, comunicación y la habilidad de crear valor comercial y de gestionar proyectos sólidos, será la más demandada por las organizaciones. Para ello, los recursos en línea se han convertido en los mejores aliados para elevar el conocimiento y habilidades en cualquier campo.
Cabe recalcar que, los profesionales del futuro, independientemente del área de TI, Marketing, o cualquier otra, tendrán que continuar adaptándose a formas de trabajo híbrido y aprender de ella, a pesar de la automatización, distancia, etc., el pensamiento crítico siempre deberá prevalecer.