La entrega de bienes y productos a domicilio es una de las características de la venta directa, y en este entorno de pandemia, es una tendencia vigente, donde el impacto de la tecnología ha sido clave para redefinir estrategias.
La pandemia forzó nuevos modelos de consumo y comercialización. La necesidad de reducir el contacto físico y las aglomeraciones cambiaron a la preferencia de que los productos adquiridos sean entregados en cada hogar y oficina. Lo que ahora, es una tendencia, dice María Fernanda León, directora Ejecutiva de la Asociación Ecuatoriana de Venta Directa, AEVD, es una fortaleza que siempre ha tenido la venta directa, debido a que la comercialización es fuera de un establecimiento comercial. Para el sector esta es una oportunidad para dar a conocer las bondades de este canal, que llega a todos los rincones del país y del mundo donde las estrategias se centran en el capital humano.
Desde hace unos años atrás, el sector de ventas directas ha utilizado los catálogos sobre plataformas online para un mejor y más fácil acceso de los representantes independientes y los consumidores. “La venta directa tiene la magia de conectar gente, se la conoce como la “primera red social” que tuvo el mundo”. Antes de la pandemia ya trabajaban en la plataforma online para la presentación de los catálogos, la demostración de un plan de negocios. Ejemplifica que; en el caso de la venta de cosméticos, en el 2018 algunas empresas, no sólo de venta directa, sino tradicionales de retail, adoptaron herramientas como los denominados espejos virtuales, el análisis digital del cuero cabelludo, y otras herramientas virtuales para facilitar los negocios, realizar transacciones de compra, venta y pago inmediato a través del celular.
Para la ejecutiva, las empresas del sector gestionan la omnicanalidad junto a sus estrategias comunicacionales conectadas, interrelacionadas entre sí, como una sola unidad, donde ningún canal reemplaza al otro, sino que se complementan.
Según las cifras de la Asociación Ecuatoriana de Venta Directa, en el país existen 410.214 personas activas gestionando negocios en venta directa y la participación por categoría de negocio en 2020, fue del 46% en productos cosméticos, el 32% en suplementos nutricionales y afines.
La ejecutiva revisa las cifras de comportamiento del sector y señala que las ventas del sector de la venta directa en Ecuador tuvieron una caída del 22% en 2020, versus el año 2019; sin embargo, la reactivación de este canal se sintió a partir del segundo semestre del año, dice.
En el primer trimestre del 2021, el crecimiento del canal de la venta directa fue del 7% comparado con el primer trimestre del año 2020, todo ello, “motivado por la reactivación de los negocios, la apertura del sector comercial, medidas menos restrictivas a la movilización”.
Durante esta coyuntura de pandemia, las empresas del sector utilizaron múltiples herramientas de comunicación como Zoom, Go Meeting, o Skype, con los empresarios independientes que gestionan negocios en venta directa. Para María Fernanda León, debido a que cada vez, más personas ven a la venta directa como una oportunidad de emprendimiento y los consumidores han cambiado sus hábitos de compra, es necesario desarrollar un buen marco digital con capacitación en el buen y efectivo uso de las plataformas online, redes sociales, social selling, etc.
“Aún nos falta mucho por hacer, pero la capacidad de adaptación de la gente de la venta directa es admirable”.
Destacado
“La tecnología es una herramienta sumamente positiva para el sector de la venta directa y toda estrategia está encaminada al uso correcto de lo digital”.
Venta directa 2020
Participación por sectores
Durante el 2020, el porcentaje de participación de los productos cosméticos en la venta directa se reduce en 5 puntos en comparación al año 2019.
Fuente: Asociación Ecuatoriana de Venta Directa, AEVD.