Innovación, datos y seguridad: los pilares del crecimiento digital de Incoop

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Incoop es una cooperativa fundada en la parroquia de Ambatillo del cantón Ambato hace 18 años. En los últimos cuatro ha atravesado un proceso de innovación y cambio estratégico, liderado por una nueva gerencia desde hace 4años se incorporó una visión orientada a lo digital. Esta visión se ha materializado en el desarrollo de proyectos de innovación basados en tecnología, que le han permitido obtener reconocimientos como el Premio País en la categoría “Banca Móvil”, otorgado por Fintech Américas, y el primer lugar en la categoría “Bancos y Emisores” en TRUSTECH, el evento internacional más importante en soluciones de pago e identificación, realizado en París.

Iván Suasti, gerente general de Incoop, señala que la cooperativa ha venido construyendo una base digital orientada al desarrollo de productos. “Tenemos la visión de llegar a ser una cooperativa 100 % digital en el mediano plazo. La mayoría de nuestros productos ya operan de forma digital y, en 2025, dimos un paso importante con el lanzamiento de una aplicación que integra avances tecnológicos con innovación en producto y experiencia de usuario”, explica.

Para Suasti, uno de los principales diferenciales de Incoop frente a otras cooperativas es la tecnicidad de sus procesos. En los últimos años, la organización ha trabajado en la generación y digitalización de procesos, una gestión financiera estructurada y el fortalecimiento sostenido del área tecnológica.

Este desarrollo se apoya en varias áreas estratégicas que operan de forma articulada: innovación, tecnología y seguridad con soluciones de última generación, así como áreas de soporte sólidas, como negocio y marketing, orientadas a un modelo innovador. A ello se suma un elemento poco común en el sector: Incoop cuenta con un área de estrategia de negocio, que le permite planificar su crecimiento con una mirada integral.

Este conjunto de capacidades y talento ha permitido que la cooperativa, en apenas cuatro años, ascienda del segmento 5 al segmento 2”, explica Suasti. Añade que este progreso también se refleja en los resultados financieros.

Incoop, a través de su alianza con NEF (Nani Echandian Financial) y CCEATI, apuesta por el sector productivo del país con una inversión de USD 3 millones, la cual no solo se enfoca en el apoyo económico, sino también en el acompañamiento y la tecnificación de los procesos productivos. Asimismo, esta iniciativa impulsa la exportación de productos hacia los Emiratos Árabes Unidos, mercado al que ya se está accediendo: actualmente, ocho productos cuentan con exportaciones y acuerdos de precompra. Según el ejecutivo, este posicionamiento responde a la conformación de un equipo con sólido conocimiento financiero y capacidades técnicas especializadas.

Además, Incoop proyecta un crecimiento que va más allá del producto tradicional del cooperativismo. La cooperativa observa las nuevas tendencias del sector y un entorno normativo que empieza a mostrar mayor apertura hacia la adopción tecnológica, incorporando la innovación como parte de su proyección futura. En este contexto, el brazo tecnológico se ha convertido en una de las principales cartas de presentación de la organización y en el soporte de su desarrollo.

En Incoop, la innovación y la tecnología se integran a partir de una gestión estratégica del negocio y del uso de datos. La cooperativa analiza información para identificar nichos de mercado desatendidos y, a partir de ello, desarrollar productos alineados a nuevas necesidades. “El análisis de datos permite conectar innovación y tecnología para diseñar soluciones digitales que optimizan costos, amplían el alcance hacia nuevos segmentos y fortalecen la relación con los clientes”, señala Suasti.

Desde esta perspectiva, el gerente general afirma que el mayor legado que busca dejar Incoop al cooperativismo es un cambio de paradigma en la forma de entender y gestionar el negocio financiero. El sistema cooperativo representa cerca del 40 % del sistema financiero local, pero una parte importante aún opera bajo esquemas empíricos. A pesar de ello, mantiene un valor cultural que no tiene precio: la cercanía con sus comunidades y un fuerte sentido de pertenencia.

Sin embargo, advierte que, si el cooperativismo no evoluciona al ritmo del resto del sistema financiero, ese valor cultural podría diluirse. “El objetivo es aprovechar esas bases culturales y complementarlas con tecnología, innovación y una gestión más estructurada, rompiendo con la idea de que las cooperativas deben limitarse a la ruralidad o a segmentos específicos”, afirma.

La simplicidad en la solución de Banca Móvil

Uno de los aspectos que distingue a las soluciones desarrolladas por Incoop es que parten del principio de simplificar la operación sin comprometer la seguridad ni el cumplimiento normativo. La aplicación de Banca Móvil fue diseñada para facilitar los procesos al usuario final. La apertura de una cuenta se realiza desde el celular mediante un esquema de firma digital OneShot, complementado con doble validación.

Este mecanismo elimina la necesidad de acudir a una agencia física y reemplaza los documentos impresos por registros digitales que quedan almacenados de forma segura en la base de datos de la cooperativa, cumpliendo con la normativa vigente. “Estas innovaciones permiten ofrecer una experiencia más ágil e inclusiva, pensada tanto para usuarios jóvenes como para clientes de mayor edad”, señala Suasti.

Innovación en tarjetas de débito

La Cooperativa Incoop obtuvo el primer lugar por su proyecto de tarjeta de débito con CVV dinámicoen la categoría Bancos y Emisores, durante TRUSTECH. La solución posiciona a la cooperativa como un referente regional, al incorporar un modelo de seguridad ya utilizado en mercados como México y Brasil, pero aún poco común en el sistema financiero ecuatoriano.

Para Mauro López, Project & Innovation Manager de Incoop, la tecnología dejó de ser un factor diferenciador para convertirse en un requisito básico de competitividad. “Una innovación bien gestionada genera confianza, uso recurrente y lealtad, y además abre la posibilidad de atender a un mercado no bancarizado que todavía es amplio en Ecuador”, explica.

El desarrollo del producto partió de una premisa clara: los procesos son la base de cualquier proyecto. Tras analizar el entorno cooperativo y la banca tradicional, Incoop identificó oportunidades para reforzar la seguridad sin afectar la experiencia del usuario. El CVV dinámico responde a esta necesidad, permitiendo que el cliente gestione su tarjeta desde una aplicación y realice transacciones más seguras en comercios físicos y electrónicos.

El proyecto incorpora también un criterio de sostenibilidad, al concentrar la seguridad en una sola tarjeta con altos estándares de protección.

Una experiencia digital integrada

La tarjeta con CVV dinámico forma parte de la estrategia de programas digitales de Incoop. El proceso incluye no solo la emisión del producto, sino también la educación del cliente. “La idea es ofrecer una experiencia segura que no complique el uso cotidiano, sino que lo haga más confiable”, afirma López.

La solución fue diseñada para ser escalable e integrable con otros servicios digitales y, en el corto plazo, contará con proyección para su uso en billeteras digitales como Apple Pay y Google Pay. Para acompañar su adopción, Incoop implementará campañas de comunicación y tutoriales accesibles desde el canal digital. “Todo el proceso, desde la solicitud hasta la entrega, está acompañado de información clara y guiada”, concluye.